La diseñadora de jardines holandesa Jacqueline van der Kloet ha destacado en las dos últimas décadas por el impulso que dio al uso de bulbos de flor en el diseño de plantación de jardines, combinándolos desde una perspectiva naturalista con plantas vivaces, arboles y arbustos.
Considerada como gurú de las plantas, Jacqueline van der Kloet ha estado muy involucrada en el sector de los bulbos de flor desde 1993, habiendo trabajado en jardines destacados, donde su plantaciones con bulbos se han unido armónicamente a diseños naturalistas.
Su colaboración con el diseñador de jardines holandés Piet Oudolf ha dejado rastro en el Battery Park de la ciudad de Nueva York; el Seasonal Walk del Jardín Botánico de Nueva York y el Lurie Garden de Chicago. En los Países Bajos, diseñó un jardín de muestra de plantas vivaces en Appeltern, con diferentes borduras de herbáceas en las que el visitante puede encontrar inspiración. Mucho más reciente es su trabajo en Floriade 2022, donde ha diseñado varios jardines con plantas bulbosas y vivaces.
Nueva ola en Keukenhof
Pero si hay un trabajo de Jacqueline van der Kloet que ha dejado huella y marcó un antes y un después en el uso de los bulbos de flor en el diseño de plantación de jardines es Keukenhof, siendo la responsable de la nueva imagen que el parque de flores de primavera más espectacular del mundo experimentó a partir de 2005.
Los cambios que se han estado haciendo desde entonces en ese parque se refieren a determinadas plantaciones más informales y con una gama mucho más amplia de plantas no bulbosas, dando como resultado un paisaje más suave y romántico, donde el ojo no se ciega por las masas de color, sino que aprecia más las flores individuales.
En este caso, en lugar de plantar los tulipanes a distancias medidas con precisión, Jacqueline van der Kloet adoptó un método a priori poco ortodoxo, pero eficaz: arrojar los bulbos al aire y plantarlos donde cayeron. El resultado, según comenta Noel Kingsbury en el libro Gardens Under Big Skies. : Reimagining Outdoor Space, the Dutch Way, es que las concentraciones de tulipanes aparecían en algunos lugares más densos y otros más delgados, simulando lo que suele suceder con las flores silvestres en cualquier hábitat natural. Esa es, en realidad, la columna vertebral del trabajo con plantas bulbosas de Jacqueline van der Kloet.
Obviamente, esa aparente aleatorización de la plantación, combinada con la elección cuidadosa de los colores, se aplica no solo a los tulipanes, sino también a una amplia gama de bulbos de flor. Algunos ejemplos se encuentran en combinaciones de numerosas variedades de jacinto de uva (Muscari) en diferentes tonos de azul, que rellenan las borduras de herbáceas formales. Otro enfoque puede ser la plantación de Crocus combinada con Chionodoxa, ambas con flores de colores similares, pero formas muy diferentes.
El arte de combinar plantas bulbosas con diferentes plantas vivaces
Desde 1983, Jacqueline van de Kloet tiene su propia oficina que se especializa en hacer diseños de jardines y planes especiales de plantación. También trabaja regularmente para firmas de arquitectura de jardines y paisajes que necesitan un especialista en plantas.
Su filosofía de trabajo pasa por un diseño simple y claro, y una plantación equilibrada en jardines donde juega un papel fundamental una base de setos, arboledas y árboles.
Según he podido averiguar en el mencionado libro de Noel Kingsbury, el uso de plantas bulbosas de Jacqueline despegó en 1993 después de que el antiguo Centro Internacional de Bulbos de Flores (IFBC, por sus siglas en inglés) le pidiera que escribiera algunos artículos sobre bulbos, para lo que le proporcionaron abundantes muestras el otoño anterior. Ella explica: “Decidí plantarlas de la misma manera que había plantado las plantas vivaces: en grupos mixtos, esparcidos entre otras plantas. Los resultados fueron maravillosos y ese fue el comienzo de mi trabajo con bulbos”. La relación con la IFBC continuó, con Jacqueline promoviendo su estilo de plantar bulbos, comenta Noel Kingsbury.
La clave de la plantación de tulipanes y otras plantas bulbosas con diferentes plantas vivaces se basa en elegir las variedades que mejor se complementan con los bulbos. Esta decisión muchas veces supone seleccionar plantas vivaces con flores cuyo color y forma contrastan o armonizan. Claro que, las plantas vivaces florecen más tarde, al final de la primavera y en verano, por lo que también hay que tener en cuenta el follaje, que entraría en juego en primavera, cuando bulbos como tulipanes, alliums o narcisos de floración tardía están en flor.
No obstante, no tenemos que olvidar que los bulbos de flor no se limitan a la primavera, especialmente si extendemos la palabra ‘bulbo’ a todas aquellas plantas que pueden crecer a partir de órganos discretos de almacenamiento en seco, como es el caso de las dalias, que la paisajista ha combinado en algunos casos con Verbena bonariensis o con Rudbeckia fulgida; o los lirios y los gladiolos más pequeños, que se combinan con cultivares de Ixia, Sparaxis y Zantedeschia.
Experimentando en De Theetuin (Jardín de Té), su propio jardín
Jacqueline van der Kloet se formó como arquitecta de jardines y paisajes. Diseñó muchos espacios públicos o semipúblicos y ocasionalmente jardines privados mientras trabajó durante seis años en una empresa de diseño y construcción de jardines. Fue en ese mismo periodo cuando comenzó su jardín en Weesp, que diseñó junto con Niek Roozen.
Llamado De Theetuin (Jardín de Té), su jardín está abierto al público desde 1986. Desde entonces, le ha servido a la paisajista para poder mostrar las combinaciones siempre cambiantes de plantas vivaces, arbustos y especialmente bulbos de primavera y, de este modo, el jardín se convierte en una especie de tarjeta de presentación viva, según comenta.
El diseño del jardín está pensado para que el visitante, mientras pasea, pueda descubrirlo pieza a pieza. Un estanque ovalado en el centro, rodeado por un inmenso seto de Thuja sirve de punto de descanso del jardín. A su alrededor se sitúan las borduras de herbáceas, que están conectadas entre sí a través de un camino de grava serpenteante.
Fotos: Jacqueline van der Kloet
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