La crisis agudiza el ingenio. Quien no avanza, retrocede. Se me ocurren muchos refranes y sentencias que servirían para presentaros a los protagonistas, además de propietarios, de este jardín privado en Alemania.
“En la adversidad conviene muchas veces tomar un camino atrevido” (Lucio Anneo Séneca)
No sé si fue atrevido el camino que tomaron Sabine Pecoraro y Reinhard Schneider, pero lo que parece evidente es que ese camino elegido fue un verdadero acierto.
En el año 2000 la crisis económica había dejado a Reinhard en una situación económica precaria y un futuro laboral muy complicado. Sabine, por su parte, tuvo que sacar adelante a sus dos hijos después de su separación. Posteriormente, su enfermedad reumática comenzaba y tuvo que someterse a una operación que complicó su posibilidad de mantener el puesto de trabajo.
En esas circunstancias se conocieron y supongo que la unión hizo la fuerza. Cuando los hijos de Sabine se independizaron, ella y Reinchard alquilaron un apartamento con jardín. No eran expertos en jardinería, pero su interés comenzaba a despertar.
La enfermedad reumática de Sabine avanzaba y durante una de sus bajas laborales se sentaron a hablar. Comprendieron que su vida tenía que orientarse en otro sentido. En 2007 su sueño comenzaba sobre un papel donde dibujaron lo que iba a ser su futuro jardín (descargar boceto aquí). Era su sueño y su utopía.
Su jardín, su sueño, su utopía
Su objetivo era encontrar un lugar donde pudieran crear ese jardín soñado (y ya proyectado), un terreno con clima mediterráneo donde además del jardín ornamental habría un huerto.
Pensaban en tres espacios diferentes: un jardín comestible para cultivar verduras y frutas que permitieran el autoabastecimiento. Un hermoso jardín de plantas vivaces y arbustos nativos. Y una tercera habitación con aromáticas y estanque para plantas acuáticas. Habría gallinero. Las aves silvestres, los erizos… la fauna silvestre sería muy bien recibida. La casa sería de una sola planta, pero con mucho espacio para los amigos … También tendría un taller-estudio para Reinhard. Todo eso estaría envuelto en un paisaje suave y cálido, que armonizase con el claro estilo rural de su casa.
Jardín campestre con clima mediterráneo en Baja Franconia
Encontraron una casa, construída en 1898, con una parcela de 1.000 metros cuadrados en Baja Franconia. El jardín estaba totalmente abandonado, pero prometía, y en agosto de 2010 se trasladaron a vivir allí.
Baja Franconia (en alemán Unterfranken) es una de las siete regiones administrativas que constituyen el Estado Libre de Baviera. Sus pequeñas ciudades y localidades medievales se rodean de paisajes de ensueño. El clima es casi mediterráneo y la cultura del vino tiene ya un siglo de antigüedad. Dicen que sus habitantes son conscientes del tesoro que poseen.
Comenzaba la historia y el desarrollo de su jardín de estilo campestre y, con ello, sus sueños iban tomando forma. Aunque la fase experimental todavía no se ha completado, su casa con jardín de plantación densa y huerto son ya una realidad. Tres habitaciones diferentes se alinean alrededor de la propiedad, cada uno con su propia función y diseño, recorriendo un eje visual que forma un conjunto armonioso. Los arcos de rosas hacen la función de puerta de acceso a los respectivos espacios, que combinan elementos tradicionales y modernos.
En esos 7 años de camino, han aprendido jardinería y ha creado un bellísimo jardín en el que cada día aparece alguna sorpresa, algo nuevo que ofrecer. Pero, por encima de todo, han descubierto que el camino de la autosuficiencia es posible.
Buscando calidad de vida a través de la autosuficiencia
Su actitud crítica hacia el estilo de vida orientado al consumo, así como su firme propósito de combatir los efectos del cambio climático generado por el ser humano, han hecho que planteamiento vital esté orientado a la adecuada explotación de los recursos. Un modelo de vida que creen necesario, pero del que además predican sus beneficios para nuestra salud física y mental.
No sé si los jardines curan, pero lo que nadie puede poner en duda es que los jardines ayudan, y a veces mucho. Sabine y Reinhard ahora son expertos jardineros y saben todo lo que tienen que agradecer al jardín. Supongo que su agradecimiento y consideración se lo devuelve la tierra en forma de plantas, flores, frutos y alguna que otra alegría.
Es un jardín privado, pero admiten visitas, previa cita, en el mes de mayo y en septiembre. (Más información en su blog).
Es un jardín privado, pero admiten visitas, previa cita, en el mes de mayo y en septiembre. (Más información en su blog).
Fotos e información en su blog: Pecoraro-Schneider