Cada generación deja su huella y cada huella queda grabada en el jardín, para embellecerlo y humanizarlo.
El Jardin de Lacombe se sitúa en la comuna francesa de Lacombe, en la región de Languedoc-Rosellón, al sur de Francia. Un parque privado que ocupa una hectárea y cuya residencia conserva sus estructuras antiguas de los siglos XVIII y XIX.
Se trata de una propiedad familiar donde cada generación ha ido dejando su sello. La poesía, por ejemplo, ha entrado en el jardín por Paule-Marie Duquesnoy y la escultura gracias a su hijo Marc Duquesnoy.
Eso es lo que podemos leer si consultamos Wikipedia, pero Sergey Karepanov también comenta que para él fue un gran descubrimiento el Jardín de Lacombe, en el que vive la poeta Paule-Marie Duquesnoy, que escribe sobre el estado de ánimo y la lírica que evoca la naturaleza.
Un plátano, viejos bojes, dos tejos pluricentenarios, una mezcla de especies naturales y raras, esculturas creadas especialmente para el lugar y una glorieta forman la particularidad de este lugar, donde, además, existen numerosos árboles notables; frutales; arbustos; perennes, vivaces y anuales; una colección importante de rosales, hortensias, rododendros y camelias; y más.
Pero las imágenes nos llevan a un período donde la decadencia se envuelve de gran belleza y el tiempo se para, sin que se pueda apreciar bien en qué momento lo hizo o si se pondrá en marcha, de nuevo, en cualquier instante. Son minutos en el otoño en un jardín lleno de historias.
El Jardín de Lacombe es privado pero puede visitarse, previa cita, entre el 1 de Junio y el 30 de septiembre (pmduquesnoy@aol.com)
Fotos cortesía Sergey Karepanov
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