Primero fueron altos hornos. Después terreno baldío. Ahora un monumento y un buen ejemplo de la recuperación de zonas industriales abandonadas. En 2009, a los pies del monumento histórico del horno U4 situado en la comuna de Uckrange, en la región francesa de Lorena, convirtieron un área industrial abandonada en un jardín que abarca 4 hectáreas: el jardín de lo imposible se llama Jardin des Traces.
Se compone de tres conjuntos, cada uno de ellos referido a huellas del pasado industrial de la región. El hormigón recorre el jardín simulando un bastidor de hierro fundido que va guiando al visitante. Macizos de plantas, escultura, color, olor, sonidos se distribuyen por esas tres áreas: el jardín de alquimia(cuatro cilindros de 20 metros de diámetro, que representan los elementos básicos: tierra, fuego, agua, y aire); el jardín de los las empresas siderúrgicas, que rinde homenaje a los trabajadores del acero que llegaron a Lorena desde diferentes países (cinco tanques gigantes simbolizan Italia, España, Portugal, Polonia y Magreb) y, por último, el jardín de las fuentes de energía, cuyo foco de atención está en las energías renovables.
Un ejemplo alentador que pone de manifiesto que no es tarea imposible vestir la ciudad de vida, armonizar y paliar el rastro que suele dejar el progreso en nuestro entorno. Estamos en ello ¿verdad?.
Fotos via Jardin des Traces y Mouselle Tourisme