Un experimento de conservación de plantas raras y exóticas. Un espacio con una colección de más de 900 variedades de especies vegetales. Un oasis en el desierto. Un jardín (con hotel) en Marruecos.
Dar Al Hossoun está situado a un kilómetro de la medina de Tarudant (en árabe: تارودانت; en francés: Taroudant), al sur de Marruecos. Fue diseñado originalmente por los arquitectos paisajistas franceses Eric Ossart y Arnauld Maurières (Ossart & Maurières), los anteriores propietarios, conocidos por su capacidad para crear espacios que encajan perfectamente con el entorno y, muy especialmente, por la creación de jardines que revolucionaron las plantaciones públicas en Francia, al reemplazar los clásicos arriates con composiciones fluidas simulando prados.
El jardín de Ossart y Maurières
El jardín que construyeron en 2005 en su casa de Taroudant se convirtió en un espacio experimental y de conservación de plantas raras y exóticas, plantas que habían sido recolectadas durante los viajes de Ossart y Maurières a través de diferentes desiertos del mundo. Hoy en día, esos exuberantes jardines cuentan con más de 900 variedades de plantas.
El complejo de patios, casas y jardines que diseñaron y construyeron Eric y Arnauld hace 14 años, no solo tenía el propósito de convertirse en su hogar, sino también en un espacio donde experimentar y conservar su colección de plantas raras y exóticas, que incluyen una amplia selección de ágaves, kalanchoes, aloes, euforbias, opuntias y otros cactus. De este modo, los jardines se transformaron en una muestra de todo lo que tienen que ofrecer, desde el punto de vista ornamental y sostenible, la xerojardinería.
El hotel-oasis
La finca está rodeada por cientos de hectáreas de olivares y campos agrícola. Fue construida enteramente por artesanos locales con técnicas ancestrales como el tapial (tierra apisonada), una técnica de construcción muy utilizada antiguamente en toda la cuenca del Mediterráneo y que hace uso de materiales sostenibles y naturales. Hace unos días lo comentaba al hablar del jardín de exhibición diseñado por Sarah Price en RHS Chelsea Flower Show (ver aquí).
La propiedad fue adquirida posteriormente por un consorcio de amantes de jardines de Avignon para convertirlo en un hotel-oasis de seis habitaciones. Muchos de los que han visitado Dar Al Hossoun coinciden en afirmar que es difícil decir si es “un jardín en una casa” o “una casa en un jardín”, algo que, inevitablemente, invita a conocerlo.
Una sucesión de seis patios ajardinados gira como un claustro alrededor de las 15 estructuras rectilíneas con techos planos. Los dormitorios y patios están ubicados discretamente entre el follaje, que se convierte en un refugio para la vida silvestre y los visitantes. Resulta especialmente atractivo el jardín hundido que se construyó en una sección donde se había excavado con la intención de construir allí una piscina.
Las nuevas plantas a menudo se cultivan a partir de esquejes y semillas recogidos en el propio jardín, lo que da afinidad a todo el jardín gracias a la repetición de siembra.
La piscina alargada de tradicional estilo islámico e inspirada en la Alhambra de Granada es una de las joyas del lugar. Esa piscina, de 30 metros de largo, atraviesa el centro de uno de los jardines, mientras que las ranas en los estanques cercanos regalan su particular sinfonía. Rodeando la piscina hay un espacio de estar público, que incluye una terraza cubierta y un patio donde se sirven las comidas, así como un pequeño salón y un pabellón con vistas a los jardines. En ese pabellón nos quedamos hoy un rato para observar a través de las fotografías de Clive Nichols este singular oasis en el desierto.
FOTOS Clive Nichols