Si algún día ganas un sorteo de la lotería o recibes la herencia de un tío en América (…), cualquiera que sea el motivo que te brinde la posibilidad de, por ejemplo, comprarte una casa en la Costa Azul, tal vez necesites ponerte en manos de un profesional que diseñe tu jardín. En tal caso, no se me ocurre mejor recomendación.
Vamos a suponer que te ha tocado la lotería, esa que te va a convertir de la noche a la mañana en propietario o propietaria de una casa, por ejemplo, en Le Rouret, población y comuna francesa, en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul -departamento de Alpes Marítimos-, en el distrito de Grasse.
Mi primera recomendación, en ese caso, es que contactes con el diseñador de jardines James Basson. ¿es esto un post patrocinado? No, no en absoluto. Todavía no me he estrenado en esa faceta. Ni siquiera James me ha pedido que hable de este jardín, sino que he sido yo quien, hace ya tiempo, le solicité permiso para utilizar fotos y artículos con el fin de poder hablar de ello en el blog.
Si queréis conocer algo más sobre él, en este enlace se accede a todos los artículos que he publicado sobre James Basson, el reconocido y multigalardonado diseñador de jardines británico, que desde hace más de 20 años reside y trabaja en la Costa Azul francesa, junto con su mujer, Hellen Bason y sus tres hijos.
Quienes seguís el blog conocéis de sobra mi admiración por la forma de trabajar de James Basson, cuyos jardines mediterráneos de bajo mantenimiento son un verdadero ejemplo de cómo la sostenibilidad y la estética se pueden dar la mano e, incluso, lo hacen con fuerza. También he compartido los jardines de exhibición inspirados en los campos de la Provenza que ha presentado en las dos últimas ediciones de Chelsea Flower Show, lo que le han valido dos medallas de oro.
“La gente viene aquí durante el verano esperando brillantes céspedes verdes y flores»
James Basson lo tiene claro. Sus jardines tienen que estar en armonía con el entorno, pero la primera dificultad que tuvo que sortear fue que “La gente viene aquí durante el verano esperando brillantes céspedes verdes y flores». Nada que ver con el estilo de esos jardines en la Provenza que diseñó para representar en Chelsea Flower Show a la firma de perfumes L’Occitane, ubicada en Grasse, la capital del perfume (ver aquí y aquí). La dificultad ante semejante pretensión (césped) la salvó James de forma muy simple.
“si quieres un jardín verde en verano, no me llames”
Un paisaje sosegado como el de la Provenza no puede contaminarse y eso lo tiene muy presente James Basson. Mantener esa armonía con el entornose hace posible, según comenta James, gracias a plantas de especies como Perrovskia, Salvia, Achilea y Helichrysum. Herbáceas ligeras que parecen flotar, como Stipa y Gaura, que recorren los caminos, bailan, y se convierten en escondite de mariposas y abejas.
En la creación de esquemas naturalistas, James Basson tiene en cuenta lo que él considera que son las mejores plantas para jardines mediterráneos y que incluye:
- Árboles, como olivos, cítricos, granados y mora
- Arbustos y subarbustos, entre ellos, romero (Rosmarinus), lavanda (Lavandula), Teucrium fruticans, Rosa ‘mutabilis’, boj (Buxus), jara (Cistus), Buddleia, Viburnum tinus, Perovskia, Cotinus coggygria o tomillo (Thymus).
- Perennes y bulbos tales como Agapanthus, Scabiosa y Eryngium
- Las gramíneas que mejor funcionan son Stipa tenuissima y Stipa calamagrostis.
Siguiendo los pasos (literalmente) de Olivier Filippi
Olivier Filippi (tenéis más información sobre él en este artículo) se convirtió en el “héroe” de James Basson, y fue primordial para instruirse en el arte de crear jardines mediterráneos de clara inspiración naturalista y bajo mantenimiento. Siguió sus pasos (literalmente), caminando por formaciones arbustivas mediterráneas densas (maquia o maquis) y algo menos densas (garriga); y observando qué plantas crecen con éxito en ese hábitat.
Se hace camino al andar
Ese ir y venir por las colinas y montañas mediterráneas, y muy especialmente de la Provenza; además de observar y probar especies, le ha despertado una exquisita sensibilidad para crear jardines mediterráneos con sello propio.
Un jardín en Le Rouret
En el ejemplo que muestro hoy, el cliente quería un diseño que fuera práctico y elegante, que pudiera ser mantenido por un solo jardinero un día a la semana, y que necesitara poco riego. Se trata de una pequeña villa de lujo con cinco habitaciones disponibles para alquilar y con vistas al mar Mediterráneo.
El propietario conocía el estilo de jardines de bajo mantenimiento creados por James Basson y contactó con él, porque necesitaban un jardín que pudiera sobrevivir en una zona árida y que, además, se pudiera disfrutar de él incluso en invierno. Los olivos había que respetarlos.
El diseño incorpora grava y corteza de pino, que sustituyen las praderas de césped. Sin embargo, a petición del cliente (el cliente siempre tiene la razón), tuvo que ceder y crear una zona para uso y disfrute de los niños, con una pequeña pradera de césped, la única que precisa riego en el jardín.
La idea en este jardín era que la plantación estuviera sustentada por una fuerte estructura arquitectónica y una paleta de siembra, compleja pero ligera, que permitieran integrar el jardín en el paisaje, en la parte posterior. Para separar las líneas más duras de la plantación más suave, creó una barrera a base de mirto (Myrtus communis) recortado y teucrio (Teucrium fruticans).
La Villa, construida en 1964 guardando el estilo tradicional de Provenza con elementos de piedra; se ha rodeado de 12.000 metros cuadrados de jardín nativo. En ese jardín, que ha cumplido 12 años, se incluyen terrazas de olivos que crecieron en ese terreno y se han respetado; zona ajardinada y bosques.
Quería un jardín mediterráneo, de estilo naturalista y sostenible, y lo logró, pero, además, lo hizo con un gusto exquisito.
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