El admirado paisajista francés Gilles Clément diseñó un jardín de jardines mediterráneos en Domaine du Rayol (Señorío de Rayol). Conocido como Jardin des Méditerranées en francés, ese jardín es una invitación a recorrer diferentes paisajes del mundo con clima mediterráneo (California, Chile, Sudáfrica, Australia, cuenca mediterránea y Canarias) y paisajes con un clima más árido o subtropical (México, Asia, Nueva Zelanda, América subtropical). Un paseo, también, por esas plantas mediterráneas que hoy en día son cada vez más deseadas (y necesitadas) en el diseño de plantación de jardines.
De residencia de verano a espacio natural protegido
Desde principios del siglo XX, Domaine du Rayol fue residencia de vacaciones de sucesivas familias acaudaladas. En los años 60 su mantenimiento se hacía insostenible y fue abandonada.
Entre brezo, jara y madroño, la propiedad se sitúa sobre la cornisa del Macizo de los Maures («Massif des Maures»), en la región francesa de Provenza-Alpes-Costa Azul.
Hoy en día, Domaine du Rayol es un espacio natural protegido. Con una extensión de 20 hectáreas, de las que 7 están abiertas al público, la propiedad fue adquirida en 1985 por el Conservatoire du litoral, organización pública francesa creada en 1975 para garantizar la protección de áreas naturales sobresalientes en la costa, orillas de lagos y lagos.
Jardín abierto a regiones del bioma mediterráneo
A petición del Conservatoire du litoral, el arquitecto paisajista Gilles Clément diseñó y construyó el jardín botánico denominado Jardin des Méditerranées.
Gilles Clément defiende en su teoría de “el jardín en movimiento” una actitud que tiene que ver con «Haz lo más posible, con lo menos posible en contra». Ese espíritu es el que reina en ese jardín, en el que ha intentado que las especies vegetales puedan crecer sin obstáculos que impidan su desarrollo natural. Del mismo modo, pretende que el jardín presente una riqueza más natural en términos de biodiversidad («El Tercer Paisaje»).
En su proyecto propuso evocar la flora y los paisajes asociados con las diferentes regiones del mundo con clima mediterráneo: un «índice planetario abierto a regiones biológicamente similares del mundo». Lo que significa que su propuesta final era construir un jardín de jardines mediterráneos en Domaine du Rayol.
Por un lado, el paisaje propio del Bosque y Matorral Mediterráneo que se extiende por las zonas templadas de la Tierra y que presentan un clima de tipo mediterráneo, donde las precipitaciones no son muy abundantes y existe una estación seca muy marcada.
Esos rasgos climatológicos determinan unas comunidades vegetales similares, adaptadas para soportar el verano árido: maquis, en la región mediterránea; chaparral, en California; matorral, en Chile; fynbos, en Sudáfrica; mallee (zonas semiáridas de Australia) y kwogan (suroeste de Australia).
Por otro lado, al jardín se han ido incluyendo plantas que no pertenecen al bosque mediterráneo, pero que están perfectamente adaptadas al clima mediterráneo y que ahora forman parte del paisaje del jardín. Son plantas que se desarrollan en un clima más árido o subtropical como el de México, Asia, Nueva Zelanda y América subtropical.
Jardín de jardines mediterráneos en Domaine du Rayol: un mosaico de jardines
El jardín no presenta una colección botánica, sino un mosaico de jardines donde se aprecia la comunidad vegetal que caracterizan los paisajes de cada país.
► Jardín Canario
En el Jardín Canario se representan tres de los medioambientes de Tenerife: formaciones rocosas costeras (Malpaís), un paisaje mineral sujeto a una fuerte insolación y donde abundan especies de Euphorbia; arbustos termófilos y un paisaje donde abundan los dragos; y, finalmente, un pinar, donde domina el pino canario, un paisaje muy resistente al fuego, y en el que se desarrollan brotes jóvenes sobre el tronco después de su paso.
En este espacio hay plantas que esparcidas que incluyen diferentes especies de Echium , Euphorbia, Dracaena y Marcetella que se resiembran espontáneamente.
► Jardín de California
El jardín de California está representado por el Chaparral, el paisaje de matorral o maquis de California, donde abundan arbustos como Heteromeles, Leucophyllum, Prunus ilicifolia, Ceanothes. También encontramos allí árboles xerófilos como el pino de Coulter (Pinus coulteri) o el ciprés de Monterrey (Cupressus macrocarpa).
La flora en este jardín tiene muchas afinidades con la que se encuentra en el paisaje mediterráneo. De hecho, nos recuerdan que ambos paisajes son descendientes de una flora común a América y Eurasia, que data de antes de la separación de las placas americana y europea, hace unos 60 millones de años.
► Jardín de Sudáfrica
En el jardín de Sudáfrica se representa el Fynbos, una comunidad ecológica donde muchas especies están adaptadas al fuego, incluso existen algunas con frutos leñosos que liberan sus semillas solo bajo el efecto de los incendios.
Allí la vegetación, que rara vez alcanza más de 3 a 4 metros de altura, crece en suelos de arena de cuarzo y son, por lo tanto, pobres en materia orgánica. En este jardín abundan especies vegetales como próteas, brezos y plantas de la familia Restionaceae; no faltan acacias de tres espinas (Gleditsia triacanthos), así como numerosas plantas suculentas, incluidos los aloes.
► Jardín de Australia
El jardín de Australia evoca dos paisajes. Por un lado, el Mallee, un paisaje arbustivo, a veces espinoso, dominado por eucaliptos, mimosas y numerosas mirtáceas y proteáceas. Por otro lado, el Knwongan, una comunidad vegetal que se encuentra en el suroeste de Australia Occidental, con un paisaje de páramos verdes dominado por Xanthorrhoea australis.
Ambos, son paisajes que están influenciados por un factor determinante: el fuego, hasta el punto de que algunas especies desaparecerían sin el paso del fuego.
► Jardín del Asia Subtropical
Hay un jardín de plantas invitadas. Se trata del jardín del Asia Subtropical, con especies que provienen de China, Corea, Taiwán y el sur de Japón, algunas de ellas del área indo-malaya. Todas ellas, regiones que tienen un régimen de monzones de verano.
En este jardín se incluyen principalmente bambús chinos y cycas japonesas (Cycas revoluta). Pero también se pueden ver nandinas, pequeñas y grandes palmeras, y otras especies.
► Jardín de Nueva Zelanda
El jardín de Nueva Zelanda se sitúa en un profundo valle de Domaine du Rayol, que evoca los frondosos bosques subtropicales húmedos de la Isla Norte de Nueva Zelanda. Allí están presentes helechos arborescentes y especies del género Phormium.
Pero también están presentes las praderas secas, que sirven para representar las zonas más áridas del este de Nueva Zelanda. Estos pastizales están compuestos localmente por varias especies de gramíneas de los géneros Chionochloa y Poa; juncos y abundante Stipa tenuifolia . El resultado es impresionante. Este pastizal está rodeado por Melaleuca alternifolia, Leptospermum scoparium, Sophora microphylla, Hebe spp. , Cordyline australis y Metrosideros excelsa.
► Jardín de la América árida
En ese espacio se representan las regiones semidesérticas de América, con un jardín de rocas y plantas suculentas (con y sin espinas). que incluye especies que crecen en los climas áridos del suroeste de los Estados Unidos (Arizona, Nuevo México, Texas, Nevada) y el noroeste de México (Chihuahua, Durango, Sonora, Zacatecas).
Lo cierto es que no son especies originarias del bioma mediterráneo, pero sí están perfectamente adaptadas a ese clima.
► Jardín Subtropical Americano
En el jardín de la América Subtropical es un jardín regado donde se mezclan plantas de dos regiones ubicadas a ambos lados del Ecuador.
Palmeras y otras plantas como Nolina, Beaucarnea y Erythrina sirven para representar los exuberantes paisajes de el norte de Argentina, Uruguay, Paraguay y el sur de Brasil, en el hemisferio sur; y la mitad sur de México y toda Centroamérica, en el hemisferio norte.
► Jardín de Chile
Con 4.000 km de largo, es lógico pensar que el clima de Chile es muy diverso. En este jardín sólo se representa la vegetación de Chile Central, con clima mediterráneo y diferentes comunidades ecológicas.
En el área que representa el páramo o matorral costero alto abundan especies de Puya, Echinopsis chiloensis y Alstroemeria. También se evoca el paisaje de sabana, o espinal, con Acacia caven como principal muestra. En el palmeral de las zonas interiores destacan Jubaea chilensis, un endemismo de Chile central y la única especie viviente del género monotípico Jubaea.
► Jardín Mediterráneo
Aquí hay que recordar que la región mediterránea alberga entre 25.000 y 30.000 especies de plantas (el 8% de las plantas superiores del mundo), con una tasa de endemismo de alrededor del 44%. Algo que justifica que esté considerada como uno de los puntos calientes de diversidad en el mundo.
En este jardín se representa el matorral mediterráneo (maquis) y se hace una inmersión en la flora local, rindiendo homenaje a jaras y plantas de flor emblemáticas de estos paisajes, especies que están particularmente bien adaptadas a veranos secos y calientes y el paso del fuego.
También se representa el bosque mediterráneo con coníferas, como pinos y cipreses. Las zonas de alta montaña están presentes en forma de dehesas arbustivas a base de bosques de coníferas con cedros, enebros y abetos.
A ese jardín de jardines mediterráneos en Domaine du Rayol, donde prosperan diferentes comunidades vegetales, hay que añadir el Jardín Marino (en la propiedad hay una pequeña playa) y el dedicado a la colección de jaras (Cistus) dentro del jardín mediterráneo.
En su página web publican un mapa para poder realizar un fabuloso viaje a todos esos paisajes biológicamente similares, pero con su propia identidad y diversidad botánica. A modo de resumen, estas imágenes también nos pueden ayudar.
Fotos © Domaine du Rayol
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