Es una de las calles más fotografiadas de San Francisco, y no es para menos, claro. Lombard Street una calle que impresiona verla y, aunque uno piensa que cuando algo es demasiado notorio y popular, pierde encanto, en este caso creo que no es así. Ver esa calle no deja indiferente y, por ese motivo, cada persona la vive de una manera distinta. Las calle gira y cambia sin cesar, como la vida y, en ocasiones, eso le da chispa y encanto.
No sabemos si subir o bajar. De momento parece que vamos hacia abajo, pero esta calle es preciosa y, al bajarla, no vamos a tener la sensación de hundirnos, sino de recorrer un camino que, al final, lleva a buen puerto, bueno, en este caso a la Bahía de San Francisco. Pero siempre a un destino feliz.
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