No, las plantas no están dentro de ese hospital, pero sí su imagen y, sobre todo, la luz, esa luz que faltaba en el pasillo, de 100 metros de largo y sin ventanas, en el Hospital Roger Salengro en Lille, Francia.
El panorama cambió gracias a la instalación permanente creada por la artista británica Jyll Bradley y que inauguraron en 2015. Su interés por las plantas y la retroiluminación LED fueron determinantes para que la dirección de ese hospital le propusiera este proyecto.
Foto vía Sam Phillips (Royal Academy of Arts) | Portrait by Thierry Bal © Jyll Bradley/ Photo Thierry Ba |
Le Jardin Hospitalier
La instalación de Le Jardin Hospitalierestá formada por 15 cajas con pantallas de retroiluminación LED, montadas en plexiglás y paneles de acero con recubrimiento de polvo. Los textos que se incluyen en cada caja son pintados a mano.
Pero vamos a las imágenes. El objetivo era iluminar ese oscuro pasillo de 100 metros de largo, abrir ventanas al exterior del modo que fuera. Y por obra y gracias de Yyll Braddley, esas cajas se hicieron ventanas y, puestos a abrirlas, que mejor escena que la que nos brinda la naturaleza: las plantas.
La genialidad de su elección es que, en lugar de recurrir a las plantas situadas en paisajes y jardines que nos hacen soñar, algo más habitual; decidió que esas fotografías recogieran escenas cotidianas relacionadas con el mundo de las plantas, su cultivo y atención.
Imágenes y tradición botánica
Para lograr su objetivo, aprovechó la tradición botánica de la ciudad de Lille, que cuenta con tres jardines botánicos: Jardin de la Faculté des Sciences Pharmaceutiques et Biologiques de l’Université de Lille 2; el Jardin des Plantes de Lille y el Jardin botanique Nicolas Boulay.
Las imágenes expresan gestos que dejan a un lado la parte más idílica, para mostrar todo los que se relaciona con el cuidado de las plantas. Desde los inicios, cuando esperamos que una semilla brote o un esqueje prospere, hasta lograr su desarrollo, crecimiento y madurez. El ciclo de la vida completo. Imágenes en el interior de invernaderos de los jardines botánicos de Lille, que nos llevan a ese escenario en un instante.
En una entrevista que le ha realizado Sam Phillips, para la revista que publica la Royal Academy of Arts, Jyll Bradley comenta que se sirvió de algunas técnicas del arte de Ikebana, a la hora de valorar la relación espacio y tiempo, puesto que tenía que trabajar con un lugar de paso. El objetivo era atraer la atención y brindar, en cuestión de segundos, un momento contemplativo a quienes transitan a diario ese pasillo.
Un hospital se ocupa de los enfermos y la instalación permanente evidencia que las plantas también necesitan ser asistidas. La analogía estaba en marcha y el efecto terapéutico más que alcanzado. No son jardines terapéuticos propiamente dichos, como los que he mencionado en estas entradas, pero sí son grandes ventanales para escapar por un instante de momentos cargados de dificultades. Tan sencillo y genial como eso.
Fotos Jyll Bradley