Ella se lo guisa y ella se lo come. Crece, florece, se seca y se reproduce sin rechistar. Si le das agua o abono, bien, si no, no pasa nada, sabe esperar. Le gusta mucho más el frío, pero soporta también el calor. Lleva años en una jardinera de barro. Ahí llegaron sus semillas, que poblaron algunos huecos hasta que la planta que había inicialmente en la jardinera -no recuerdo cuál era- murió de vieja, supongo, hecho que aprovechó para seguir avanzado. Colocó sus pertenencias y se quedó en la jardinera. Y ahí mismo sigue la Lobularia marítima, también conocida como Alyssum maritimum (por el nombre del genero al que perteneció en su día) . Florece prácticamente todo el año y hoy, el primer día, he querido darle un pequeño homenaje a esta hierba coqueta y con chispa, que le gusta estar cerca del mar.
