Puede ser muy habitual ver ramos de flores en el atrezo de una película, pero no lo es tanto que las flores se conviertan en protagonistas, en el título y en el contexto de esa película. Me refiero a Loreak. Solo son flores.
En la pasada edición del Festival de San Sebastián de cine, se ha presentado Loreak. Solo son flores, una película rodada íntegramente en euskera. La historia se mueve en un entorno frío y deshumanizado, entre otros, un lugar en obras, la cabina de mando de una grúa y el peaje de una autopista. En medio de ese escenario es donde aparecen las flores, representando la calidez y la humanidad.
No he visto la película, por cierto, Loreak significa flores en eusquera, pero sí he leído los comentarios y su presentación y, parece ser, que esos ramos de flores están en las dos tramas principales y se convierten en el desencadenante de la acción y de las secuencias más emotivas. “Las flores eran como un lienzo en blanco, porque cada uno proyecta en ellas sus deseos” dicen uno de los directores.
Las flores, con sus diversos y misteriosos significados, y sus símbolos, que no siempre resulta fácil descifrar. Los directores de la película comentan que esas flores, que en fechas señaladas dejan en las cunetas de las carreteras, responden a la necesidad de rebelarse contra el olvido, porque, como suele decirse, una persona solo muere cuando se va de nuestros recuerdos. Según la crítica de Ricardo Aldarondo en el Diario Vasco “es un drama de sentimientos, pero no aparece gris sino luminoso, no resulta triste sino reconciliador”.
Y tal vez os preguntéis y ¿por qué nos habla hoy de cine? En realidad, yo os quería hablar de flores, esas que ayudan a no olvidar, pero también a iluminar el día. Del poder que tienen las flores para humanizar cualquier escenario vital. Encontré esta noticia, me interesó y leí sus críticas. Me encantaron los carteles e imágenes de la película. También, algunas fotos que han subido los amigos o seguidores a su fanpage de Facebook y que van recogiendo en el álbum ‘Todos queremos Flores’. Y entonces pensé, voy a resumir todo esto para que “quepa en el blog” y lo comparto, por si alguien está interesado. Porque todos queremos flores ¿verdad? Para no olvidar y para recordar que todos los días sale el sol.