Amar, cultivar y cuidar las plantas, vivir entre ellas, descubrirlas, observarlas y sorprenderte con ellas. Enfadarte cuando no te hacen caso y desesperarte cuando se rebelan. Pero al final quererlas, porque casi siempre, ante tus mismos ojos acaban dando lo mejor de sí.
 |
| FOTO VIA Sabrina Rothe |
Bajo esas premisas, el siguiente paso es venderlas para que aquellos que lo deseen puedan experimentar esas mismas sensaciones. Cuando no se puede conocer al cliente final, ese entusiasmo casi siempre se pierde por el camino. Sin embargo existen cultivadores profesionales que han creado su espacio con tal fin y logran transmitir esa pasión por las plantas. Hoy estaremos en Bélgica, un pequeño paraíso creado por Marie Albert y Pascal Moreau en el Valle de La Molignèe.
L’Ortie Culture es un vivero donde cultivan perennes, culinarias, verduras y hortalizas poco comunes, condimentos vegetales y, además, experimentan con nuevas recetas, realizando periódicamente cursos donde se aprende a conocer y utilizar toda la diversidad de plantas que hay ‘del huerto a la cocina’.
L’Ortie Culture es un vivero donde cultivan perennes, culinarias, verduras y hortalizas poco comunes, condimentos vegetales y, además, experimentan con nuevas recetas, realizando periódicamente cursos donde se aprende a conocer y utilizar toda la diversidad de plantas que hay ‘del huerto a la cocina’.
 |
| FOTO VIA Sabrina Rothe |
 |
| FOTO VIA Sabrina Rothe |
 |
| FOTO VIA Sabrina Rothe |
 |
| FOTO VIA Sabrina Rothe |
Si a ese espíritu le acompaña un buen entorno, la visita a ese vivero se convierte en todo un placer. Marie y Pascal han creado lo que considero un mágico vivero, donde encontrar más de 200 variedades (botánicas o híbridos) de peonías. De igual modo, en el jardín puedes pasear entre hemerocallis, phlox y otras plantas que están a la venta cuando es su temporada. Pero también se puede elegir entre 200 variedades de tomates o 100 variedades de lechuga, por ejemplo. Vivaces y gramíneas. Y así un largo etcétera, todo bien explicado y recogido en su página web.
El entorno ayuda, y mucho, pero el entusiasmo y la hospitalidad ponen la guinda a este vivero, donde únicamente se pueden comprar las plantas paseando entre ellas, en el invernadero o en el jardín. Advierten claramente que no venden plantas por correo. Aquí sólo muestro algunas fotos, pero el encanto, por supuesto, está en el lugar y las personas que lo crean.
FOTOS Sabrina Rothe y L’Ortie Culture