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| Foto: CSIC |
Desde Mayo de 2014 sabemos que el olmo bicentenario (aproximadamente 225 años) que habita en el Real Jardín Botánico de Madrid, llamado cariñosamente ‘Pantalones’ por su forma de pantalón invertido, esta luchando contra la grafiosis, una enfermedad provocada por el hongo del género Ophiostoma, concretamente por el Ophiostoma ulmi y el Ophiostoma novo-ulmi.
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| Foto ©VCrown para CSIC |
El olmo (Ulmus minor) es uno de los árboles incluidos en el itinerario «Las Plantas en el Quijote» del Jardín Botánico de Madrid, y lo describen como ese árbol que era tan habitual verlo en las plazas de los pueblos, donde los vecinos se sentaban a conversar a su alrededor y al que se solían llamar olma cuando alcanzaba un gran porte.Preservar el genotipo de ‘Pantalones’
A consecuencia de la grafiosis, los ejemplares más viejos de olmo de la Península han ido desapareciendo. Ahora únicamente quedan olmedas que tienen 20 y 30 años. Eso hace a ‘Pantalones’ aún más especial, puesto que se ha convertido en uno de los olmos más longevos de la Península y, además, está demostrando ser un luchador. Desde el Jardín Botánico señalan que es importante preservar el genotipo de ‘Pantalones’, ya que ha demostrado su resistencia a lo largo de más de dos siglos, especialmente a la grafiosis presente desde hace muchos años en Madrid y en España. Todos esos factores han hecho que sea incluido en el Catálogo Regional de Árboles Singulares de la Comunidad de Madrid.
El escarabajo, Scolytus scolytus
La enfermedad se transmite a través de un escarabajo, Scolytus scolytus(escolítido), que tiene en sus patas traseras una especie de púas en las que transporta esporas del hongo desde ejemplares enfermos de olmo a otros sanos (puede volar hasta 3 kilómetros). El escolítido suele ir a las axilas y entrenudos de los olmos más viejos, ya que detectan que son más débiles, para perforar y dejar ahí la espora.
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| Foto: CSIC |
Primavera, momento crítico para ‘Pantalones’
‘Pantalones’ pasa por un momento crítico, puesto que durante la primavera, los vasos se agrandan y se puede distribuir el hongo con mayor facilidad, siendo ahora mayor el riesgo de producirse una trombosis general del árbol que acabaría con él.
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| Foto CSIC |
En este enlace tenéis más información. Ojalá todo tenga un final feliz, logren salvarlo y preservar su genotipo. Ese es uno de los mayores retos de los jardines botánicos y, cuando tienen éxito, se convierte en uno de los principales motivos para apoyar y valorar su trabajo. El viejo olmo del Real Jardín Botánico de Madrid es mucho más que un árbol bicentenario, es el abuelo de todos los que adoramos ese jardín. Mucho ánimo para ‘Pantalones’.
