
La imagen de mariposas revoloteando por el jardín en primavera casi siempre nos ronda por la cabeza cuando jardineamos en otoño e invierno, especialmente cuando lo hacemos con la intención de contribuir a favorecer la biodiversidad. Si es así, los bulbos de flor pueden ayudar a cumplir ese propósito.
Entre las tareas de otoño e invierno en el jardín o patio, siempre está presente la primavera. Es época de recoger, pero también de preparativos. Si queremos pensar en un jardín con flores y mariposas revoloteando a su alrededor, no tenemos que olvidar que muchas plantas bulbosas resultan atractivas para las mariposas, debido a las grandes cantidades de néctar que se encuentran en sus flores.
Por qué son importantes las mariposas en el jardín
El papel que juegan las mariposas es importante en nuestro mundo natural, no solo porque representan una gran fuente de alimento para otras especies, sino también porque contribuyen, aunque en mucho menor grado que las abejas, en el proceso de polinización de las plantas. La ventaja que tienen las mariposas es que pueden, usando sus largos probóscides, beber del néctar de flores que las abejas y los abejorros no pueden aprovechar bien con sus probóscides más cortos.


Esa importancia de las mariposas en el mundo natural es, lógicamente, trasladable a nuestro jardín. Las mariposas en el jardín no solo aportan belleza, sino que, en su vuelo de flor en flor, contribuyen a la polinización de las plantas, que traerá consigo semillas y frutos.
Si ves una mariposa aleteando por el jardín es una buena señal, porque indica que tu jardín está haciendo su parte en el equilibrio de la naturaleza. Entre otro grupo de plantas, las flores de plantas bulbosas son maravillosas para atraer a estos insectos beneficiosos. Por ello, las mariposas que visitan el jardín en primavera sienten predilección por los bulbos de flor.
Flores de bulbos ricas en néctar
Esta claro, pues, que para que acudan las mariposas, además de sol y protección del viento, tenemos que asegurarnos de que en nuestro jardín haya un buen número de flores ricas en néctar, ese líquido dulce y almibarado que contiene azúcares, proteínas y vitaminas, que sirve de nutriente para las mariposas. Y, así, mientras sus coloridas alas revolotean de flor en flor, las mariposas también polinizan las flores que visitan y todo el proceso entra en marcha.

La cantidad de néctar en una flor depende de la especie de flor, pero también entran en juego otros factores como la humedad y la luz solar. Por eso varía en la misma flor durante el día.
Lo ideal es, en cualquier caso, es optar por una gran diversidad de flores, de modo que el néctar que ofrece cada una de ellas sirva de reclamo para diferentes especies de mariposas, porque no todas tienen los mismos gustos.
Mariposas en el jardín con bulbos de flor de primavera
Hoy mi propuesta es que estudiemos el modo de atraer la visita de mariposas a nuestro jardín en primavera gracias, en este caso, a una buena selección de bulbos de flor. Tal vez nos ayude a planificarlo mejor y animarnos a cultivarlos plantándolos el próximo otoño.
Allium sp.– Ajo o cebolla ornamental

Las especies del género Allium son un festín para abejas y mariposas. Una sola inflorescencia en forma de globo producida por un bulbo de flor de Allium en realidad está hecha de muchas flores diminutas ricas en néctar. Están disponibles en una amplia gama de colores, especies y tamaños. Floración: abril – junio.
Allium siculum (sin. Nectaroscordum s.) – Ajo de miel siciliana

Sus flores únicas en forma de campana cuelgan con gracia en pequeños racimos de altos tallos de flores. Floración: mayo – junio.
Hyacinthus | Jacinto

El jacinto, con sus pequeñas flores rizadas y brillantes colores primaverales, es la flor perfecta para el menú primaveral para mariposas. Además, también desprenden un delicioso perfume. Floración marzo – mayo.
Crocus | Crocos

Es una de los bulbos de flor más familiares. Sus flores se cierran por la noche y durante el tiempo nublado. Floración: febrero – marzo las especies de floración primaveral.
Hyacinthoides hispanica | Jacinto de campo (Spanish Bluebell)

Sus flores azules en forma de campana están dispuestas en forma de racimo sobre tallos robustos. Es el temido Spanish Bluebells para los británicos. Existen variedades de jardín con flores en tonos rosa y blanco. Floración: mayo – junio.
Chionodoxa | Gloria de la nieve

Estas alegres pequeñas flores en forma de estrella están disponibles en azul, rosa, blanco y lila. Floración en: febrero – marzo.
Scilla siberica | Escila

Con preciosas flores pequeñas muy parecidas a las de Chionodoxa (Gloria de la Nieve). Hay variedades azules y blancas. Floración: febrero – abril.
Iris reticulata | Iris enano

Los iris enanos con sus vibrantes amarillos y azules son imanes para las mariposas de febrero a abril. Perfectos para plantar junto con campanillas de invierno y azafranes. Floración en: enero -marzo.
Muscari | Jacinto de uva

Esta pequeña planta produce espigas llenas de pequeñas flores en forma de bola que tienen una fragancia almizclada. Hay variedades azules, moradas y blancas. Floración e marzo – mayo.
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