Mosaicultura en Canadá. Gatineau 2017

Mosaïcanada 150 / Gatineau 2017 Mosaicultura, esculturas vegetales

Mosaïcanada 150 | Foto Crow Fotography

«La madre tierra» o «El hombre que plantó árboles» son algunas de sus esculturas vegetales más emblemáticas. En 2013 se celebraba en Montreal “Land of Hope”, una tierra de esperanza, con 50 esculturas botánicas, todas con follaje muy colorido para poder conseguir los efectos deseados en cada creación.

En 1998, la arquitecta paisajista canadiense Lise Cormier tuvo la idea de lanzar una competición internacional de mosaicultura. Posteriormente fundó Mosaïcultures Internationales de Montréal, un evento que se ha convertido a Canadá en el líder mundial en el arte de la mosaicultura.

Mosaïcanada 150 | Foto Karl Gercens

Bajo el liderazgo de Lise Cormier, han tenido lugar las seis competiciones celebradas hasta la fecha en diversas ciudades de diferentes países: Montreal (2000, 2001, 2003 y 2013), Shanghai (2006) y Hamamatsu (2009). A todas ellas, hay que unir la presente edición 2017, que se está celebrando en la ciudad de Gatineau en Quebec.

Mosaïcanada 150 / Gatineau 2017

Esa particular tierra de esperanza que mencionaba al inicio fue la que mostré en su día aquí: Land of Hope. Mosaicultura en Montreal.

Mosaïcultures se celebra cada 3 o 4 años, y fue precisamente en junio de este año cuando se inauguró la nueva edición. En esta ocasión se conmemoran los “150 años de la historia, valores, cultura y arte en de Canadá” con 33 esculturas vegetales, presentadas por las 10 provincias y 3 territorios de Canadá, junto con las ciudades de Shanghai y Beijing, cuya experiencia en mosaicultura es mundialmente conocida.

Algo inferior a la anterior edición de 2013 en lo que a número de esculturas se refiere, la exposición se ha creado formando una ruta que se extiende sobre casi un kilómetro y que dura aproximadamente 90 minutos. La entrada es gratuita y podrá visitarse hasta el 21 de septiembre de 2017.

Mosaïcanada 150 | Foto Crow photography

Mosaicultura arte y técnica hortícola

El efecto logrado puede gustar o no, pero supongo que resulta indiscutible que esta técnica sigue siendo la forma más espectacular de expresión hortícola, un arte que tiene su origen en las camas bordadas con flores creadas en algunos jardines renacentistas. Hoy en día, la mosaicultura ha evolucionado hacia diferentes formas, que incluyen esas esculturas botánicas tridimensionales. Además, la paleta floral ha permitido afinar detalles incorporando las plantas anuales.

En mosaicultura se crean diseños altamente complejos, figuras geométricas o imaginarias, escenas, números o letras. Es todo un arte y una técnica hortícola, en la que solo pueden intervenir horticultores experimentados en términos de variedad vegetal, densidad de siembra y poda.

Aunque nos puedan recordar al arte topiario, en este caso todas las esculturas están esculpidas a base de plantas que se siembran sobre un esqueleto de metal diseñado para tal fin. Todo comienza con bocetos, modelos de trabajo y muchos cálculos para validar la viabilidad del concepto. Después intervienen los ingenieros, que diseñan la estructura tridimensional, y los soldadores, que se ponen a ello para hacer realidad ese proyecto.

A partir de entonces, son los horticultores los que entran en acción y hacen su magia. Crean un suelo fértila base de musgo sphagnum regado de forma constante y cuidadosa; siembranlas plantas y las mantienen. Ellos dan vida y color a esos esqueletos que acaban convirtiéndose en personajes llenos de sueños e ilusión.

Mosaïcanada 150 | Foto Crow photography

Este año, una de las esculturas estrella ha sido la locomotora a tamaño real, cubierta por un campo de trigo que se creó a base de numerosas plantas en maceta.

O un vistoso oso polar hecho con Helichrysumy se muestra caminando a través de una alfombra vegetal muy baja, propia de la tundra ártica, que se ha formado con plantas de Portulaca, Carex, Senecio y Artemisia.

Mosaïcanada 150 | Karl Gercens

Los caballos, construidos con ejemplares de Carex, cabalgan por un prado a base de Lantana, Pennisetum y Rudbeckia.

Nos puede parecer más o menos ostentoso. Más o menos ecológico. A mi personalmente no me fascina. Hay, incluso, quien dice que esas esculturas le produce una sensación rara, algo así como grima. Pero lo cierto es que es que detrás de ellas hay un trabajo extraordinario y su resultado no deja indiferente a nadie.