Comienzan hablando de la rosa Pink Breese Hill, con su carácterístico color salmón claro, una rosa refinada y elegante pero, a la vez, robusta y resistente. A partir de ahí nos vamos a sumergir en un mar de rosas, porque hoy visitamos la web del Museo Giardino della Rosa Antica, en Montagnana de Serramazzoni, a 25 km de Módena, Italia. Situado a 420 metros sobre el nivel del mar, el jardín ocupa una superficie de 43 hectáreasdedicadas exclusivamente a más de 800 variedades de rosas. Una creación ligada a la pasión por las rosas.
La flor por excelencia, en este museo-jardín está bien reconocida. Se abrió al público en mayo de 2003 con la intención de reunir, conservar y poner a disposición del mayor número de visitantes las diferentes variedades de rosas. En 2004 comienza a trabajar de lleno para convertirse en un punto de encuentro de rosas antiguas. En el jardín se plantaron las rosas con cierto orden botánico. Se dividió en 4 subgéneros: I sub-genero Hulthemia (Simplicifoliae) II sub-género: Rosa (Eurosa) III subgénero: Platyrodon IV subgénero: Hesperhodos. A su vez, el sub-género Rosa (Eurosa) se dividió en 10 secciones.
Cada sección comienza por las rosas que crecen silvestres en Europa, El Medio y Lejano Oriente y América. A continuación se sitúan, por orden alfabético, los híbridos creados por el hombre. Cada subgénero, sección o grupo están bien separados por caminos de hierba que dibujan la silueta de la colina, permitiendo un mejor acceso, crecimiento y mantenimiento de los rosales. Cada variedad lleva un cartel con el nombre, la fecha, el autor y su origen.
En la web nos ofrecen información sobre la historia de la rosa, nos habla de la rosa en la cocina, la rosa y los insectos, la forma de cultivarla, cómo podarla, cómo reconocerla y, especialmente, cómo sentirla y disfrutarla. Porque así es como empieza todo. Cuando uno disfruta de una determinada flor, su historia no hace más que empezar. Es ese momento en el que el amante de la jardinería le da un espacio y protagonismo. Cuando hace algún tipo de injerto que la embellece o la convierte en más resistente a determinadas inclemencias o plagas.
La historia también comienza cuando aquellas especies que vienen de tierras lejanas, se plantan en un rincón de cualquier jardín y se convierten en emigrantes exitosas que esperan ser descubiertas.
En este museo-jardín, además, se hace homenaje a esas rosas que han estado en casa toda la vida, la rosa de la abuela, esa que nadie sabe cómo se llama pero que todas las generaciones han admirado y disfrutado.
Si os apetece, podemos dar un largo paseo por este jardín ubicado tras las colinas de los Apeninos de Módena, con vistas envidiables y lleno de pasión, color y aroma.
Fotos ©Museo Giardino della Rosa Antica