Gran Bretaña, el mayor productor de narcisos del mundo, inició el cultivo e hibridación de narcisos (Narcissus spp.) con fines ornamentales en la época de los Tudor. Sin embargo, no llegaron a cobrar importancia en los jardines hasta finales del siglo XIX, cuando notables criadores obtuvieron valiosas selecciones de narcisos (hoy narcisos históricos), algunas de las cuales todavía están disponibles en viveros especializados.
Más de 27.000 cultivares de narcisos
La belleza de sus flores y el hábito perenne hacen de los narcisos unos de los bulbos de flor de primavera más apreciados en jardinería.
En la actualidad, existen más de 27.000 cultivares de narcisos, entre los cuales, los más populares comenzaron a surgir en los últimos 200 años. Pese a todo, no debemos obviar que el narciso ha sido cultivado durante miles de años por algunas de las primeras civilizaciones, eso sí, con fines medicinales o religiosos, y no tanto ornamentales.
De la Península Ibérica a Gran Bretaña
Hasta el siglo XIX, los narcisos que se cultivaban en jardines eran especies silvestres o híbridos naturales que habían aumentado poco a poco con el paso del tiempo.
No hay que olvidar que la mayor variedad de especies silvestres de narcisos se encuentra en España y Portugal, y fueron precisamente esos narcisos peninsulares los que viajaron hasta Gran Bretaña, país que hoy en día se ha convertido en el mayor productor de narcisos del mundo.
Evolución hacia el narciso moderno
Inicialmente, al narciso le costó hacerse un hueco en los jardines británicos, porque su apariencia no encajaba en los patrones geométricos y la simetría de los estilos formales de la época, como lo hacía por aquel entonces el tulipán.
Aun así, el narciso llegó a ser una planta de jardín popular durante el periodo Tudor, especialmente gracias al trabajo de John Parkinson, boticario del rey Jaime I y autor del libro ‘Paradissus Terestris’, la primera publicación en inglés sobre los usos ornamentales de las plantas en lugar de medicinales. Parkinson llegó a identificar casi 100 diferentes variedades de narcisos que por aquel entonces crecían en Inglaterra, impulsando su valor ornamental e incrementando con ello su popularidad.
Ese éxito resultó algo efímero, porque, entre finales de 1600 y principios de 1800, muchas de esas antiguas variedades de narcisos pasaron de moda y se perdieron para siempre.
Afortunadamente, los expertos sostienen que el trabajo de Parkinson no fue del todo en vano, porque posteriormente inspiró a los criadores de narcisos más importantes de los tiempos modernos.
La cría de narcisos y los primeros híbridos de narcisos
Los narcisos pueden tardar varios años en florecer cuando se cultivan a partir de semillas, lo que significa que no son plantas fáciles de hibridar. Por ello, en los primeros años del siglo XIX, cuando el fitomejoramiento estaba en auge, el narciso no se tuvo en cuenta, mientras las especies exóticas como las orquídeas ganaban espacio.
Fue a comienzos de la década de 1830 cuando empieza la verdadera revolución de la cría de narcisos. En este caso, el “culpable” fue William Herbert (1778–1847), un clérigo de la Iglesia anglicana que, mientras era decano de Manchester, cultivó con éxito varios nuevos híbridos de narcisos, siendo pionero en nuevas formas de clasificarlos.
Pero, incluso después de William Herbert, el narciso siguió siendo visto como una flor silvestre que poco tenía que ofrecer en los jardines formales tan en boga en la época victoriana. Al parecer, había pocos proveedores de bulbos de narcisos y pocos jardineros deseosos de comprarlos.
Nuevos criadores y nuevas selecciones: el narciso comienza a ganar popularidad
Uno de los primeros en conseguir que aumentar la popularidad de los narcisos fue el viverista escocés Peter Barr (1826 – 1909). Barn había creado su propia colección de narcisos inspirándose en las variedades que John Parkinson había identificado 200 años antes y que se habían perdido.
A partir de entonces, el narciso evolucionó gracias al trabajo de fitomejoramiento de los criadores, que comenzaron a seleccionar flores para obtener las diferentes cualidades estéticas de los narcisos modernos.
A finales del siglo XIX, diversos cultivadores notables contribuyeron a que se apreciara el valor ornamental de los bulbos de narcisos y, por fin, cobraran importancia en los jardines.
Hacia 1880, cuando resurgió el interés por los narcisos, su precio subía al mismo ritmo que lo hacía su fama. Las especies traídas de los viajes europeos y el interés en cultivarlos, motivado por una gran cantidad de nuevos y emocionantes cultivares, puso en marcha el ascenso imparable de la popularidad de estos bulbos de flor de primavera.
Los narcisos híbridos de Engleheart
Parece ser que, entre todos esos criadores de finales del siglo XIX, destacó George Herbert Engleheart 1818 – 1853, considerado como el mejor criador de narcisos de su época y el padre del narciso moderno. Como es lógico, su interés en la cría y cultivo de narcisos había derivado del trabajo de William Herbert, e intentó recrear en su primer jardín las selecciones de narcisos de su antepasado que se habían perdido.
Los dos primeros cultivares que obtuvo fueron Narcissus ‘Albatross’ y N. ‘Seagull’, ambos todavía disponibles en viveros especializados.
La gran oportunidad le llegó cuando aceptó ayudar a la horticultora Ellen Willmott a iniciar una plantación de narcisos en su jardín en Essex, y más tarde en el de su hermana Rose Berkeley en Gloucerstershire, llegando a convertirse en grandes jardines de narcisos, donde Engleheart tuvo la oportunidad de exhibir sus nuevos híbridos, convirtiéndose en el criador líder.
Entre 1882 y 1923, Engleheart llegó a registrar 720 nuevas variedades de narcisos, de las que solo alrededor de 30 todavía están disponibles comercialmente. Su trabajo con la especie Narcisssus poeticus, del que obtuvo numerosos híbridos, llegó a convertirse en su legado perdurable. Entre esas selecciones se encuentran Narcissus ‘Horace’, ‘Caedmon’, ‘Dulcimer’, ‘Homer’ y ‘Sarchedon’, todos ellos nombrados en honor a sus poetas favoritos.
Y en los Países Bajos, también
En Holanda, el primer narciso llegó en el siglo XVI, pero el furor por los narcisos llegó alrededor de 1910, en paralelo al éxito y popularidad del narciso en Inglaterra, que provocó la subida de los precios a niveles extremos.
Hoy en día, los Países Bajos son, junto al Reino Unido, líderes en el cultivo y comercialización de esta flor, y cuentan con un buen numero de cultivares históricos que todavía están disponibles en comercios especializados.
Los narcisos hoy en día
Los 27.000 cultivares de narcisos (Narcissus) que existen hoy en día se han obtenido de un acervo genético de 56 especies, y presentan una fascinante variedad de formas y tamaños.
La mayoría tienen flores de color amarillo, salvo los cultivares derivados de la especie Narcissus poeticus, con pétalos blancos que divergen hacia el naranja y el salmón.
La altura también se modifica en función de variedades, habiendo narcisos que apenas superan los 10 centímetros, hasta variedades que pueden alcanzar los 50 centímetros.
En 1950, el Comité de Narcisos de la RHS desarrolló un método para clasificarlos basado en sus diferentes formas y orígenes. Hay 13 divisiones numeradas de narcisos que todavía se utilizan en la actualidad.
DIVISIONES DE NARCISOS
DIVISION | DESCRIPCIÓN | |
1 | Narcisos Trompeta | Flor de larga corona por escapo |
2 | Narcisos de copa pequeña | Flor solitaria de corona menor de un tercio de la longitud del tépalo |
3 | Narcisos de copa grande | Flor solitaria cuya corona mide más de un tercio de la longitud del tépalo |
4 | Narcisos de flores dobles | Flores dobles (mayor número de tépalos). Pueden presentar una o más flores por escapo |
5 | Narcisos Triandrus | Derivados de N. triandrus. Presentan de 2 a 6 flores de copa pequeña, cuyos tépalos pueden estar inclinados hacia atrás |
6 | Narcisos Cyclamineus | Derivados de N. cyclamineus. Flor solitaria de tépalos retroflexos y corona larga y estrecha |
7 | Narcisos Jonquilla | Derivados de N. jonquilla. Presentan de 1 a 5 flores pequeñas y aromáticas de tépalos planos |
8 | Narcisos Tazetta | Derivados de N. tazetta. Pueden presentar hasta 20 flores pequeñas por escapo si son de corona pequeña, y de 3 a 4 flores si son de corona larga |
9 | Narcisos Poeticus | Derivados de N. poeticus. Flores solitarias, muy perfumadas, con tépalos blancos y planos y con corona pequeña, abierta, anaranjada y, normalmente, con borde rojo |
10 | Cultivares Bulbocodium | Flores solitarias con tépalos, blancos o amarillos (existen algunas variedades con pétalos blancos y copa amarilla), muy pequeños en comparación a la corona larga |
11 | Cultivares split-corona | La corona se divide formando espirales. A su vez se clasifican: 11 a • Split-corona- Collar: segmentos de la corona en 2 espirales de 3 11 b • Split corona-Papillon: segmentos de la corona en 1 verticilo de 6 |
12 | Cultivares varios | Aquellos que no encajan en ninguna de las descripciones anteriores. |
13 | Especies | Todas las especies botánicas que crecen en estado silvestre |
Dese 1855, la RHS ha sido la Autoridad Internacional de Registro de Cultivares para Narcisos y mantiene el Registro Internacional de Narcisos que enumera 27.000 cultivares con nombre.
Como dato curioso, es interesante saber que el cuarenta y cinco por ciento de los narcisos registrados pertenecen a los de copa grande (división 2). Además, los de copa pequeña (división 3) son los que muestran la influencia de Narcisssus poeticus, con copas de colores fuertes y pétalos más pálidos; y los Triandus (división 5) son cultivares obtenidos de N. triandus, endemismo del noroeste de la Península Ibérica e islas Glénans, en Francia.
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