Beech Gardens. Barbican. Nigel Dunnett

Los jardines en las ciudades no solo aumentan en número, sino que cambian. Cada día nos sorprenden gratamente. En ocasiones más lejos que cerca, ofrecen modelos sostenibles que llenan de vida y color la vida urbana. Hoy traigo un ejemplo que parece confirmarlo.


En los años 60 los arquitectos Chamberlain, Powel y Bon diseñaron el gran conjunto residencial londinense denominado The Barbican Estate, que supone un ejemplo de la arquitectura brutalista británica, inspirada por el trabajo del arquitecto suizo Le Corbusier.  Mucha geometría angular repetitiva y, casi siempre, hormigón. Campus universitarios, edificios de bancos y algunos museos son buenos ejemplos de esa arquitectura. The Barbican incluye viviendas, locales comerciales, jardines, estanques, pubs y un fabuloso centro cultural, Barbican Centre, que alberga a la Orquesta Sinfónica de Londres y la Escuela de Música y Arte Drámatico.

Foto: Barbican Living
Los jardines llamados Beech Gardens, se encuentran en un área elevada. Un techo verde en el que, en su día, plantaron árboles y arbustos intercalados entre camas elevadas con plantas de temporada y césped.  El resto, hormigón visto. Los árboles crecieron más de lo aconsejable. Además, el sistema de riego que hubo que instalar para su mantenimiento estaba causando problemas de humedad en los locales comerciales situados debajo.



Para solucionar ese problema tuvieron que levantar todo el jardín y el pavimento, con el fin de aislar adecuadamente toda la superficie. Una vez realizado el trabajo, había que crear un nuevo jardín. En esta ocasión se cambiaron las tornas. El diseño ha sido responsabilidad de Nigel Dunnett (lo mencioné aquí hace unos días) profesor de Diseño de Plantación en la Universidad de Sheffield y conocido, entre otros muchos trabajos, por sus jardines en diferentes festivales organizados por la Royal Horticulture Society (RHS) y muy especialmente por el Queen Elisabeth Olympic Park en Londres. Nigel Dunnett tiene claro que las ciudades tienen que ser saludables y sus jardines deben unir con armonía sostenibilidad y estética. El reto estaba servido.


El diseño responde a un programa de plantación de bajo mantenimiento y sostenible. Se han utilizado 22,000 plantas que incluyen  herbáceas vivaces y bulbos. Las plantas fueron seleccionadas para proporcionar color e interés por su floración y, además, fomentar la biodiversidad gracias a su rico néctar. Una mezcla deliciosa con 50 variedades, entre las que se encuentran: Sedum ‘Jose Augergine’; Achillea ‘Terracota’; Euphorbia characias ‘Humpty Dumpty’; Tomillo ‘Silver Posie’; Salvia ‘Caradonna; Lychnis chalcedonic, Melica ciliata, Allium lichnys, Kniphofia y Platyphyllum Limonium. La estructura y altura se consigue con 14 árboles (Abedul y Prunus serrula), además de arbustos que aportan color con sus bayas (mahonia).
Todo ese trabajo ha sido contrarreloj y comenzó en Marzo de este año. A principios del mes de julio el jardín tiene el aspecto que muestran estas imágenes realizadas por Nigel Dunnett y creo que son suficientemente elocuentes. 




Beech Gardens. Barbican. Nigel Dunnett
Beech Gardens. Barbican. Nigel Dunnett
Beech Gardens. Barbican. Nigel Dunnett
Beech Gardens. Barbican. Nigel Dunnett
Beech Gardens. Barbican. Nigel Dunnett
Beech Gardens. Barbican. Nigel Dunnett
Beech Gardens. Barbican. Nigel Dunnett
Beech Gardens. Barbican. Nigel Dunnett
Beech Gardens. Barbican. Nigel Dunnett
Beech Gardens. Barbican. Nigel Dunnett
Beech Gardens. Barbican. Nigel Dunnett

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