No son flores (de gardenia) todo lo que reluce. Porque primero hay esquejes y mucha esperanza. Porque también hay momentos, aquellos en los que se trabaja y después se aguarda, hasta que aparecen nuevos brotes.
Porque hay que intentar permanecer y solo abandonar cuando se encuentra un camino mejor. Pero sobre todo, porque para encontrar flores en ese camino, primero hay que sembrar y (casi siempre) el que siembra, recoge.