Inspirada en las enciclopedias botánicas del siglo XVII, Diana Scherer , en su obra Nurture Studies, deja que las semillas germinen y la planta se desarrolle en contenedores de diferentes formas. Durante seis meses el sistema radicular se desarrolla dibujando el contorno de cada uno de los contenedores elegidos para su trabajo.
El resultado es previsible: una vez se retira el contenedor, la planta muestra un cepellón con diferentes formas. Así es como fotografía entonces a la planta, como se haría en el siglo XVII, mostrando no sólo la parte aérea, sino también sus raíces.
Aparte de ser un trabajo bellísimo, me atrae especialmente porque es una magnífica idea destacar la importancia del sistema radicular de cualquier planta viva. Es su mejor carta de presentación. Ahí no hay trampa ni cartón. En la raíz está la base de cualquier planta, si además de ser sana, la realzamos con originales relieves, la belleza natural se multiplica por dos.
Eso sí, ella no tortura a la planta. Cuando ésta ha desarrollado adecuadamente el sistema radicular, la libera de su opresivo contenedor, como tiene que ser siempre. No dejemos envejecer las plantas oprimidas en una maceta que se les queda pequeña, como si de un zapato chino se tratara. En la vida, es mejor viajar ligeros. Y a las plantas, como a nosotros, les gusta moverse con libertad.