Su principal reclamo turístico son las maravillosas playas rodeadas de un cordón de dunas, donde no encontraremos grandes hoteles ni edificios altos.
Pero Oliva, al sur de la provincia de Valencia y haciendo frontera con Alicante, tiene calles estrechas y empinadas, paredes encaladas y rastros de los antiguos asentamientos íberos, romanos y musulmanes, que llenan de luz e historia el centro del pueblo.
No voy a hacer un recorrido turístico, tan solo dejar testimonio de un paseo por Oliva que en principio era una visita obligada a su Ayuntamiento. Junto a éste, lo primero que vi fue una cascada de buganvilla y jazmín cubriendo de flores y color una fachada. Después vino el paseo. El resto, es historia.