Paseo y me encuentro a diario este cactus, Opuntia subulata, bueno en realidad éste y muchos más, como la Opuntia robusta, porque en esta zona es bastante frecuente encontrarlos.
Hoy, antes de que la lluvia interrumpiera ese paseo, hice estas fotos porque pensé: parece mentira, ha venido desde Perú, paso delante de él todos los días y ni siquiera me he molestado en hacerle una foto. Pero ahí está, con todos los honores, con su flor y sus ‘alfileres de Eva’, que es como se suele llamar popularmente a este cactus En fin, ya estamos… no podían ser de Adán los alfileres, digo yo.