Hoy si que traigo magia, y de la buena. Parece mentira que dentro de un minúsculo charco, mis ojos hayan podido ver las pequeñas washingtonias, un sauce y una phoenix canariensis, y todo eso rodeado de las Pitiusas, bueno, algo más pequeñas que las de las Baleares, pero también son islas con mucho encanto ¿o no?.
Es la magia del agua, espejo que suaviza las formas, dándoles un halo de encantamiento que transforma todo lo que en ella se refleja.