Si no tenéis planes para este fin de semana, de momento os invito a tomar un café, té o lo que se tercie y, por qué no, un trozo de tarta o bizcocho. Después ya veremos, porque en realidad la idea es pasar un buen rato viendo plantas por todos los rincones e, incluso, que cuelgan con gracia, invitándonos, llamando nuestra atención.
Mini jardines para el hogar
Y será difícil resistirse, porque tenemos plantas, sí, pero también macetas, la tierra para esas macetas y lo colgadores. Tenemos semillas y abonos orgánicos, y también ilustraciones botánicas y libros. Artículos de jardinería y muchos detalles, verdes, todo muy verde. Pequeños complementos para pequeños jardines en el hogar. Mini jardines que crecen en un balcón o que cuelgan del techo. La ciudad teñida de verde por fuera y por dentro. Además de todo lo mencionado, también organizan cursos y talleres, siempre relacionados de un modo u otro con las plantas y la jardinería en casa.
Esta en Ámsterdam y se llama Wildernis. Sus propietarias, Mila y Emma, decidieron abrir lo que ellas llaman “la selva”, en febrero de 2015. Y hasta esa peculiar selva en Ámsterdam nos trasladamos hoy. Recordad que esa misma ciudad podemos hacer un alto en el camino en el maravilloso Hortus Botanicus, cuya terraza también invita a descansar un rato y tomar algo; visitar el Museo del Tulipán o… disfrutar de las colecciones -relacionadas con el arte, la artesanía y la historia- que se esconden en el Rijksmuseum, donde las obras en pintura de flores y plantas son un tesoro. Si nos queremos dar un buen homenaje, también podemos reservar mesa en de Kas, el restaurante que se diseñó en lo que en su día fue un invernadero. Será hora de descansar, creo, pero si todavía nos hemos quedado con ganas de ver plantas o comprar, por ejemplo, un bonito kokedama, en Pompon podríamos encontrar muchas opciones. En fin, ya veremos cómo acabamos el día.
Fotos | Wildernis
