También conocida como alhucema rizada, entre otros nombres vernáculos, Lavandula dentata es un arbusto de origen mediterráneo de gran rusticidad, que tiene hojas aromáticas con el margen dentado, tal y como indica su nombre científico. Pero, posiblemente, una de las mayores ventajas de esta lavanda mediterránea es que florece desde el inicio del invierno hasta el final de la primavera.
Poco a poco vamos viendo que el jardín en invierno no está del todo quieto y que son muchas las plantas que, de un modo u otro, le sacan los colores y algún que otro aroma a esa estación. Algunas, incluso, también aportan textura y estructura. No para, el jardín no se detiene del todo en invierno.
Lavandula dentata, una lavanda que florece en invierno
Lavandula dentata, una de las 41 especies aceptadas del género, tiene varios nombres vernáculos, pero mi favorito es alhucema rizada. Otros nombres por los que se suele identificar a esta lavanda mediterránea es espliego dentado, cantueso rizado o alhucema dentada.
Se trata de un arbusto perennifolio con vegetación densa, formando una bola regular que suele alcanzar entre 60 y 80 centímetros de alto y ancho. Sus hojas, muy aromáticas, tienen los bordes dentados, lo que da nombre específico a esta especie.
Esta planta tiene una notable variación estacional en sus hojas. Olivier Filippi puntualiza en su libro El Jardín sin riego que, en invierno y primavera, las hojas son grandes para asegurar la fotosíntesis durante el período de crecimiento de la planta. En verano, sin embargo, las hojas son notablemente más pequeñas y se sostienen verticalmente, apretadas a lo largo de los tallos, para reducir su exposición a la radiación solar en periodos de sequía.
La alhucema rizada produce inflorescencias en forma de espiga, separada de las hojas por un largo pedúnculo. Sobre la espiga se sitúan las pequeñas flores tubulares y ligeramente perfumadas, y al final aparecen las brácteas de color violáceo.
Es posible que esas brácteas de color violáceo no sean tan vistosas como las de otras lavandas, pero tampoco se puede pedir todo, al fin y al cabo, ya es bastante privilegio poder disfrutar de las flores de lavanda en pleno invierno.
Se suele indicar que los meses de floración de Lavandula dentata van de enero a mayo, pero yo la suelo ver en flor por esta zona (litoral mediterráneo) casi todo el año. En realidad, en jardines situados en climas templados, su floración se prolonga durante más de ocho meses, desde el otoño hasta la primavera. La planta, entonces, se vuelve inactiva con la llegada de la estación cálida, justo cuando la mayoría de las otras lavandas comienzan a florecer.
Lavandula dentata en su hábitat natural
Lavadula dentata es nativa de la región mediterránea occidental, encontrándose en las costas de la Península Ibérica, el noroeste de África, las islas del Atlántico (Canarias y Cabo Verde), Península Arábiga y Etiopía. En la Península Ibérica tiene sus mejores poblaciones en Andalucía oriental y la mitad sur de la Comunidad Valenciana.
En su hábitat natural, suele crecer en matorrales del litoral mediterráneo, normalmente en zonas áridas, suelos calcáreos y montículos pedregosos.
Planta aromática
Como otras lavandas, Lavandula dentata es una planta aromática que se utiliza como flor seca para aromatizar las casas o la ropa, y para la obtención de perfumes.
Se le atribuyen propiedades calmantes, siendo muy utilizada en la medicina natural para combatir el insomnio, los problemas de estómago o renales. También se utiliza como bálsamo para calmar dolores articulares. También se dice que su aroma ahuyenta pulgones y otros insectos perjudiciales para las plantas vecinas.
Usos en jardinería mediterránea
Si queremos cultivar la alhucema rizada, debemos tener en cuenta que es una planta que prospera en suelos muy pobres y muy calizos; y que tolera situaciones de sol extremo y la niebla salina. Puede soportar temperaturas de hasta -7º C y es extremadamente resistente a la sequía, llegando a tolerar de seis a siete meses de sequía estival (código de sequía 6).
Agradece una poda (pinzado) antes de la primavera, recortando las puntas marchitas para estimular las yemas y mantener un aspecto compacto. Se reproducen con toda facilidad mediante esquejes de madera blanda en otoño.
Lavandula dentata se cultiva habitualmente como ornamental para su uso en jardinería en parterres de vivaces y arbustos en climas templados, jardines aromáticos y jardines costeros. También funcionan bien para la fijación de taludes. Además, sus características y cualidades, hacen de esta lavanda una perfecta candidata para ser incluida en esquemas de plantación de jardines mediterráneos diseñados bajo criterios de sostenibilidad.
Una todoterreno que prefiere áreas cercanas al mar y combina muy bien con otras plantas mediterráneas. Podemos encontrar ejemplos de interesantes combinaciones que incluyen Lavandula dentata en el jardín de experimental de Olivier Filippi en Francia (ver más en: Jardinería sostenible. Combinaciones de plantas mediterráneas para jardín seco).
Esas combinaciones pueden incluir algunos cultivares de Lavandula dentata, como L. dentata ‘Ploughman’s Blue’, con grandes brácteas florales, notablemente más oscuras; L. dentata ‘Adrar M’Korn’, con abundantes flores de color azul violeta claro; L. dentata ‘Cap Rihr’,
con hojas plateadas, casi blancas en verano, y abundantes flores de color azul claro; L. dentata ‘Imi n’Ifri’, con flores de color rosa suave; y L. var. candicans, con flores de color rosa claro, la variedad más común en el sur de Marruecos, donde crece tanto en la costa como en la montaña, hasta los 2.000 metros.
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