Plantas resistentes a la sequía en el jardín de grava de Chanticleer

Jardín de Grava en Chanticleer Garden | Foto Lisa Roper
Nassella tenuissima, Asclepias tuberosa, Artemisia ‘Powis Castle’ y Consolida ajacis. Julio 2020

El jardín de grava de Chanticleer se construyó en una ladera soleada y seca orientada al suroeste, donde cultivan una diversidad de plantas herbáceas, bulbos de flor y suculentas. Son plantas seleccionadas para que no necesiten agua adicional y que les permite imitar algunos jardines de California, evocando un ambiente mediterráneo sin moverse de Pensilvania. Todo un reto que parece haberse cumplido.

Chanticleer Garden

Chanticleer Garden es un jardín que no quiere perder su condición de jardín en singular, a pesar de que los caminos serpentean y nos conducen a diferentes espacios, 15 áreas con pretensiones muy diversas y plantas elegidas para lograr que se cumplan. No es un jardín botánico, pero bien podría serlo, al menos si tenemos en cuenta las numerosas especies que cubren las casi 20 hectáreas de superficie.

Ubicado en el condado de Wayne, en el estado estadounidense de Pensilvania, lo que fue un refugio para Adolph Rosengarten y su esposa Christine en los años veinte del siglo pasado, se convirtió en 1993 en un jardín abierto al público donde, aparte de empleados eventuales, trabajan todo el año 20 personas, de las cuales 14 son jardineros.

Asientos de piedra en el Gravel Garden de Chanticleer

Tal y como comenté en su día al hablar de este jardín y del libro The Art of Gardening, gran parte del éxito de Chanticleer Garden se le atribuye a la libertad que suele darse a los jardineros para planificar las diferentes áreas de ese jardín y seleccionar las especies adecuadas para cada una de ellas. Son jardineros que se han convertido en creadores de esos 15 espacios, que replantan y mantienen. Hoy he querido destacar uno ellos, el Gravel Garden, un jardín de grava que siempre despertó mi curiosidad y del que se ocupa desde hace 8 años Lisa Roper.

Jardín de Grava

La idea en Chaticleer Garden es que los diferentes jardines no necesiten agua suplementaria, pero obviamente, eso no es posible, dados los modelos de jardinería creados en una región con veranos calurosos. Lo que sí tienen en cuenta es el uso de plantas que crecen bien allí donde se plantan sin necesidad agua suplementaria, pero en periodos secos tienen que regar. Por supuesto, las plantas nuevas siempre necesitan agua adicional hasta que se establezcan.

Emparrado de Wisteria sinensis ‘Amethyst’ en el Gravel Garden

Pero el Gravel Garden, sin embargo, sí está diseñado para no necesitar riegos. Tal y como se indica en el libro, el jardín de grava de Chanticleer Garden se encuentra en una ladera soleada y seca orientada al suroeste. Lavanda, tomillos y herbáceas se mueven con la brisa del verano a través de los grandes escalones de granito que caen en cascada por una pendiente gradual.

Dianthus ‘Greystone’ (florees blancas) y variedades de Allium blanco y purpura. Junio 2020
Foto Lisa Roper

Tuvieron que enmendar el suelo con grava para mejorar el drenaje, consiguiendo que un lugar cálido y seco fuera aún más seco, un espacio xerofítico donde crecen plantas que no necesita agua adicional y les permite imitar algunos jardines de California sin moverse de Pensilvania. Todo un reto que parece haberse cumplido.

También comenta Lisa Roper, que el área tiene un atractivo aire silvestre, pero con un ritmo proporcionado por gramíneas ornamentales de textura fina, fluyen por todas partes plantas de clima mediterráneo, como santolinas de hojas grises, lavandas, tomillo, a las que se une una especie de malvácea de origen norteamericano (Callirhoe involucrata).

En este jardín se deja que las plantas se autosiembren. Esa aleatoriedad, junto con la repetición de plantas colocadas estratégicamente, crea una sensación naturalista en el jardín. Lisa Roper opina que esa es su fuerza, pero también su desafío, porque si la naturaleza silvestre se sale de control, el jardín puede convertirse en una maraña de plantas agresivas. El control que ejerce para mantener ese aire silvestre en el jardín de grava, pero evitando el caos, consiste en repeticiones de plantas de siembra más agresivas, como Aster, pero creando también puntos focales menos agresivos repartidos por todas pates.

Eryngium leavenworthii, Yucca rostrata y Agave americana. Octubre 2019

Foto Lisa Roper

La estructura y altura en ese jardín la aportan plantas suculentas como agaves (A. americana) y yucas (Yucca rostrata), que permanecen en el suelo hasta que llegan las heladas en otoño y se cultivan en el invernadero durante el invierno. Esto es así, no tanto por la intolerancia al frío, sino por la combinación de suelos húmedos y frío. Incluso Lisa Roper recurrió a la plantación de montículos de roca y grava acumulados sobre el nivel del suelo para crear un drenaje brusco.

También aporta altura Juniperus virginiana «Emerald Sentinel», una selección erguida y bastante estrecha de sabina colorada de Virginia con follaje verde brillante.

Tulipa acuminata y Nassella tenuissima. Abril 2020
Foto Chris Fehlhaber

Entre las gramíneas ornamentales, la apariencia de textura fina de Nassella tenuissima suaviza las partes más duras del Gravel Garden y coloniza los lugares desnudos, creando una encantadora sensación de espontaneidad.

En primavera asoman las flores de algunos bulbos, entre los que se encuentran narcisos miniatura y especies de tulipanes botánicos, como Tulipa acuminata, T. clusiana y T. linifolia, que tienden a ser longevos y prosperan en el suelo seco de este jardín de grava.

A mediados y finales de la primavera surgen las flores de los últimos bulbos, como Allium, incluido Allium hollandicum «Purple Sensation». En ese mismo periodo, en medio de Nassella tenuissima y lavandas leñosas, surgen las delicadas y elegantes flores magenta del cultivar de un apreciado gladiolo mediterráneo, Gladiolus x byzantinus ‘Cruentus’.

Pero el Gravel Garden esconde muchos más tesoros botánicos, además de sus icónicos asientos de piedra o los profusos racimos púrpuras de Wisteria sinensis ‘Amethyst’ que cubren el Gravel Garden Arbor en primavera. Afortunadamente, las imágenes que comparten asiduamente Lisa Roper y Chris Fehlhaber nos permiten apreciar su progreso a lo largo de las estaciones.

Plantas tolerantes a la sequía