Algunas plantas vivaces son perfectas candidatas para acompañar a las rosas, una asociación que aporta diversos beneficios, no solo desde el punto de vista ornamental, sino también con respecto a la salud de los rosales y a la biodiversidad en el jardín.
Siempre pienso que los rosales, por mucho que algunas personas se empeñen en considerar que, en cierto modo, están pasados de moda, son plantas que siempre tienen un sitio en el diseño de plantación de los jardines. Con mayor o menor presencia, las rosas combinan bien con diferentes plantas bulbosas, bienales, vivaces y, por qué no, con gramíneas ornamentales.
Ventajas de combinar rosales y plantas vivaces
Dentro de ese abanico de posibilidades, hoy quería mostrar algunos ejemplos de plantas herbáceas perennes (vivaces) que pueden ser perfectas compañeras para los rosales. Lavandas, nepetas, salvias, geraniums, agastaches, verónicas, dedaleras, ásteres, alliums y cardos son solo algunas de ellas.
Hay que tener en cuenta que una buena selección de especies de este grupo de plantas puede proporcionar color al jardín antes de que las rosas florezcan. Además, una combinación acertada también puede acentuar la belleza de los rosales que están en flor a finales de la primavera y en pleno verano. Cuando las rosas comienzan a marchitarse, muchas de esas plantas pueden proporcionar estructura en el jardín, consiguiendo aportar interés al final de su temporada.
Existen algunas especies de plantas vivaces que ayudan a ahuyentar las plagas de insectos perjudiciales, mientras fomentan la presencia de insectos beneficiosos y, por ende, favorece la biodiversidad en el jardín.
También hay especies que ayudan a prevenir enfermedades fúngicas y retrasan su propagación cuando aparecen. Se dice, por ejemplo, que los alliums y otros miembros de la familia de las cebollas ahuyentan a los áfidos, previenen la mancha negra de las rosas e incluso fortalecen el aroma de las rosas.
El color de las rosas y las plantas vivaces que las acompañan
Esta claro que una acertada combinación de rosas y vivaces puede realzar la paleta de colores del jardín. Los expertos en David Austin Roses puntualizan que, aunque el color de las rosas y las plantas que las acompañan es una cuestión de preferencia personal, hay algunas pautas simples que podemos seguir para que nuestra combinación de los resultados esperados.
Como es lógico, lo primero que tenemos que decidir es si queremos un esquema de color reducido o si preferimos algo más ecléctico, combinando tonos neutros con ciertos tonos de colores llamativos.
En las borduras mixtas, las plantas vivaces con flores en tonos de azul o púrpura son una buena opción para combinar con rosas en diferentes colores. Desde flores pequeñas como las de Verbena bonariensis o diferentes variedades de Geranium, hasta espigas altas de flores moradas que crean estructura, como las de Agastache.
Es importante saber también que los espacios más grandes absorben más colores, mientras que los jardines más pequeños se benefician de menos.
No hay que olvidar que, al mezclar colores, debemos plantar la misma variedad en grupos de dos o tres. De este modo, destinamos a cada color suficiente espacio para causar impacto.
Elegir plantas complementarias para los rosales
No hay que olvidar que a las rosas no les gusta competir por la luz solar, el agua o los nutrientes. Esto significa que, además de color, tenemos que valorar otras cuestiones sobre las plantas que seleccionemos para combinar con nuestras rosas.
Se trata de evitar rodear los rosales con plantas que tengan un hábito invasivo, para que no se sobrecargue. Al plantar, conviene ubicar las plantas complementarias a una distancia mínima de 30 cm del arbusto, para mantener una buena circulación de aire y no perturbar las raíces.
Para asegurarnos de que a los rosales no les falta agua o nutrientes, tenemos que seleccionar variedades con requisitos de cultivo compatibles.
Algunas combinaciones de plantas vivaces y rosales
Rosas en tonalidades de rosa
Las flores en tonos de azul púrpura son las que mejor funcionan con los rosales en tonalidades de rosa, que destacan y crean textura en las borduras junto a plantas con inflorescencias altas y puntiagudas de flores moradas, como Salvia nemorosa y, por supuesto, con las inflorescencias de cualquier variedad de Nepeta, como N. ‘Six Hills Giant’ y Geranium, como G. wallichianum ‘Buxton’s Variety’ o ‘Rozanne’.
Las grandes flores en forma de roseta de color rosa brillante de Rosa ‘Gertrude Jekyll’ pueden plantarse junto a vivaces como Geum ‘Totally Tangerine’, con flores anaranjadas, y Salvia nemorosa ‘Amethyst’, con flores azul violeta, creando una audaz combinación.
Rosas en tonos anaranjados
Las rosas en tonos anaranjados, como Rosa ‘Roald Dahl’, se asocian bien con las pequeñas y delicadas flores azul púrpura de algunas variedades de Geranium, como G. clarkei ‘Kashmir Blue’ y G. x magnificum ‘Rosemoor’.
También se crea una seductora paleta pictórica en las borduras mixtas al combinar las flores naranjas de Rosa ‘Lady of Shalott’s’ con las flores púrpura de algunos ásteres, como Aster × frikartii ‘Mönch’.
Las dedaleras (Digitalis) con flores blancas, rosadas y moradas están en su apogeo en pleno verano, coincidiendo con la época de floración de muchas rosas, y sus formas de aguja contrastan maravillosamente con ellas.
Rosas blancas
Si queremos crear un interesante contraste con nuestras rosas de color blanco, como Rosa ‘Desdemona’, una buena elección es combinarlas con flores rojas, como las de Astrantia major ‘Claret’. Siempre exitosa también la combinación del purpura y blanco, que se puede obtener, por ejemplo, con Rosa ‘Tranquillity’ y Veronicastrum virginicum ‘Fascination’, o las flores sencillas de Rosa ‘Kew Gardens’ junto a las espigas de Nepeta.
Rosas en tonos de rojo
Las flores de Rosa ‘Darcey Bussell’, de color magenta brillante en el capullo, se abren a un rico color rojo frambuesa y finalmente desarrolla tonos púrpura aterciopelados a medida que la floración envejece. En este caso nuestra elección puede encaminarse a igualar los tonos, con flores como las de Astrantia major ‘Claret’, o crear contraste con flores en tonos rosa pálido, como Geranium x oxonianum ‘Wargrave Pink’.
Rosas en tonalidades amarillas
Las rosas en tonalidades de amarillo, como el amarillo pálido de Rosa ‘Vanessa Bell’, combinan a la perfección con vivaces con flores en cualquier gama de púrpura, incluso flores pequeñas, como las de Verbena bonariensis.
Es solo una pequeña muestra de las infinitas posibilidades que tenemos de introducir los rosales en esquemas de plantación de muy diversos estilos. En realidad, son muchas las posibles combinaciones exitosas de plantas vivaces con rosas. Al fin y al cabo, hasta los cardos se llevan bien con las rosas.
Fotos: David Austin Roses y Clive Nichols
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