Hoy quería difundir la información sobre un curso de poda en altura que se va a realizar en Valencia (tenéis toda la información al final de este artículo), pero antes quise averiguar algo más. Y he averiguado mucho, gracias a Pablo Esparza.
En una Escuela Taller. Allí comencé a aprender cosas sobre las plantas y los árboles. Y digo comencé, porque en este mundo nunca se para de aprender. Trabajamos con vida y por lo tanto estamos en continuo movimiento, nuevos estudios, cambios climáticos, plagas que aparecen y no conocíamos… un mundo.
La docencia en diferentes parcelas, la formación ocupacional específica en jardinería, soy docente acreditado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias para la aplicación de carné de aplicador de productos fitosanitarios y la poda en altura y, por supuesto, sigo ejerciendo el trabajo como podador especialista. En este caso ayudo a mis compañeros de Verticalia Valencia, una asociación de podadores autónomos de alta cualificación.
Sabes una cosa, los protocolos en el arte de la poda no sólo son válidos para todos los ámbitos, sino que son obligatorios para cualquier operación que se tenga que ejecutar encualquier especie arbórea o palmera, desde la señalización de la zona de trabajo a la retirada de los restos vegetales. Así que realmente poda de altura es toda aquella operación que se tenga que realizar en un árbol y en la que tengas queacceder a él.
Lo lógico sería pensar que donde no llegue una escalera, pero una vez que llegas arriba te tienes que fijar y desplazar con seguridad y en esto también entramos en el campo de la poda de altura.
Igualmente si accedemos a un árbol por medio de una cesta o brazo articulado, que es lo que obliga la ley si el acceso lo permite, pasa lo mismo. Una vez arriba hay que desplazarse, atar ramas para bajarlas. Son casi las mismas técnicas. Luego se debe estar especializado, sea cual fuere el método que elijas para cuidar el árbol.
La poda es un arte que solo los profesionales cualificados saben manejar
Los podadores, ante todo, somos conocedores de la morfología interna y externa del árbol, conocemos como es su madera, si blanda o dura, conocemos a qué modelo arquitectónicopertenece dicho ejemplar y por lo tanto conocemos cual es su forma y su crecimiento, su desarrollo. Todo esto es imprescindible para realizar operaciones que siempre van dirigidas a cuidar la salud del árbol y la seguridad de las personas o bienes materiales que existen a su alrededor.
Estos aspectos los conjugamos con el aprendizaje de técnicas de ascenso, descenso y desplazamiento que difieren de otros campos de los trabajos en altura.
Además dominamos las técnicas de rescate a un herido en altura, porque un podador nunca trabaja sólo, sino que lo hace en equipo. Por tanto resulta obvio que el cuidado de los árboles y determinar las actuaciones a realizar es competencia de un arborista, también llamado podador.
Luego está el último punto, para mí el más importante, que es la sensibilidad especial que un podador cualificado tiene para realizar las operaciones de trabajo en el árbol. Por eso hablo de que la poda es arte. La sensibilidad es un componente necesario para favorecer el desarrollo personal y social, no sólo consigo mismo, sino en su relación con los demás (en nuestro caso con los árboles), como relata Bernabé Tierno.
En España existe un vacío legalen este aspecto. Hace relativamente poco salió un certificado de profesionalidad de nivel 3 llamado mantenimiento de árboles y palmeras. Pero no está desarrollado específicamente como para podadores, ya que toca también otros campos y a un nivel técnico muy alto.
Nosotros sí impartimos parte de ese certificado, con los contenidos formativos asociados al módulo de poda de árboles. Luego existen organizaciones que certifican a nivel societario la formación, como la Asociación Española de Arboricultura, pero no es formación oficial.
¿Son profesionales cualificados, con capacidad para aplicar técnicas de trepa, seguridad y corte, quienes se encargan del mantenimiento del arbolado público en los municipios españoles? Todos sabemos o sospechamos la respuesta, pero nunca está de más confirmarla a través de un experto.
Lamentablemente no es así. Se actúa según dicta el político de turno por norma general, por eso se siguen cometiendo graves actuacionessobre nuestros árboles, que añado, ya no tienen solución posterior. Cuando un árbol es maltratado, desmochado, herido, enferma para siempre.
Por supuesto, y pese a existir ya muchos estudios y gente capaz de realizar esta gestión, no se le da la importancia que merece, no se da paso a que organicen las labores de planificación y gestión del arbolado público
Las plagas
Una vergüenza auténtica, un peligro en ciernes al atacar a nuevas especies como la Washingtonia, en la cual es muy difícil detectar la presencia del escarabajo. Lo último, el monopolio de uno de los productos de Syngenta que funciona durante un año por endoterapia y que lejos de ponerlos en manos de profesionales, se queda en mano de los amigos de esta empresa de reconocido poco prestigio.
La situación es caótica en todas las sierras valencianas, la falta de agua por la terrible sequía ha propiciado una desmesurada población del insecto que en cuestión de días es capaz de acabar con la vida de un pino centenario. Es ya una catástrofe medioambiental, aunque, como siempre, no se informa de ello.
Todas aquellas personas que trabajan en el sector, para mejorar las técnicas, a los estudiantes del sector verde y por supuesto a los podadores de las empresas que reciben muy poca formación al respecto. Los compañeros que imparten el curso son de lo mejor que podemos encontrar en la arboricultura española en este momento.