Formada por 19 géneros, que agrupan unas 800 especies, la familia Polygalaceae la integran hierbas, subarbustos, arbustos, árboles o lianas, ampliamente distribuidas, ausentes solamente en Nueva Zelanda, algunas islas del sur del Pacífico y del norte del Hemisferio Norte. La mayoría de los géneros están restringidos a las regiones continentales mayores. Entre los géneros más importantes, en cuanto a número de especies, están la Polygala(550), Monnina (125), Muraltia (115), Securidaca (80).
El autor de la Polygala fue el botánico francés Joseph Pitton de Tournefort (1656-1708), aunque Linneo le dio una delimitación más amplia y hoy en día ese género se le atribuye a él por motivos legales. Es originaria de Sudáfrica y el nombre latino polygala corresponde a una transcripción del griego polygalon, nombre de una polígala griega (Polygala venulosa Sm.) que tenía fama de aumentar la producción de leche en las vacas.
La Polygala myrtifolia L., ampliamente utilizada como planta ornamental, está incluida en ese género. Originaria de Sudáfrica y denominada así por tener hojas de mirto, es un arbusto muy ramoso que puede alcanzar los 2,5 metros de altura, con flores en color púrpura o rosado, que se presentan en racimos cortos terminales y provistos de brácteas redondeadas.
El cultivar que vemos hoy es Polygala myrtifolia x oppositifolia ‘Bibi Pink’, un híbrido con porte muy compacto, el follaje de color verde intenso y una floración abundante y continua. Muy resistente a temperaturas hasta -8ºC y tolerante con la salinidad típica de la costa mediterránea. Además, tiene muy buen comportamiento como planta de maceta y en borduras, donde ofrecen un gran efecto cromático prácticamente todo el año. Eso sí, no hay que descuidar el riego (tampoco encharcarla), puesto que es muy sensible a la deshidratación.