Embellecen el entorno y juegan una significativa labor en la conservación de la biodiversidad. La primera fase de las praderas que está implantando el Real Jardín Botánico en el ‘jardín de invierno’ ya se puede visitar.
Hace unos días, al hablar de las praderas ornamentales en Valdebebas, Madrid, adelantaba que el Real Jardín Botánico también había sucumbido a los encantos de ese estilo de plantación.
Hace unos días, al hablar de las praderas ornamentales en Valdebebas, Madrid, adelantaba que el Real Jardín Botánico también había sucumbido a los encantos de ese estilo de plantación.
Alto valor estético y ecológico
La institución científica comenta que la implantación, investigación y mejora de estas praderas en flor en ambiente Mediterráneo creadas en el Jardín Botánico de Madrid es fruto de la colaboración con la empresa Pictorial Meadows, especializada en este tipo de disposiciones naturales, que también coopera con el Ayuntamiento de Madrid, tal y como mencioné hace unos días al hablar de las praderas en Valdebebas (ver: Las praderas pictóricas de Miguel García en Valdebebas, Madrid).
La colaboración entre el Real Jardín Botánico y Pictorial Meadows, que suministra las semillas, permitirá desarrollar un nuevo estilo de praderas naturalistas e investigar en su aspecto medio ambiental, paisajista y social.
Se trata, pues, de una alternativa paisajística con un alto valor estético y ecológico, que permite incrementar la biodiversidad y la belleza de los diferentes espacios urbanos y todo ello con una inversión menor de recursos en comparación con otro tipo de plantaciones.
9 islas de praderas y 3 fases
El proyecto está formado por 9 islas de praderas con mezclas de diferentes semillas de plantas estacionales y vivaces y se irá desarrolando en tres fases, con las que se pretende obtener una sucesión de floraciones de las diferentes especies.
Primera Fase
En cuanto a las especies utilizadas en estas praderas, Silvia Villegas, jefa de la Unidad de Horticultura del Real Jardín Botánico, comenta que “Se han semillado con diversas mezclas de más de 90 especies diferentes de herbáceas anuales y perennes que irán floreciendo a lo largo de la primavera y el verano, si bien algunas necesitarán uno o dos años para establecerse y florecer».
La implantación de la primera fase se iniciaba el pasado mes de febrero. En esta fase se han creado tres islas de praderas, dos de ellas con nombres tan artísticos como Gaudí y Monet, en las que se implantaron mezclas de anuales para proporcionar un impacto visual inmediato.
En la tercera isla de praderas se mezclaron vivaces y anuales, y está compuesta principalmente por especies europeas.
Segunda fase
En otoño se establecerán cuatro islas de praderas de vivaces más anuales.
Tercera fase
Finalmente, con la llegada del invierno, se acometerá la tercera y última fase, con dos islas de praderas, donde se sembrarán mezclas de especies autóctonas. El diseño de estas mezclas, previsiblemente, se hará entre el Real Jardín Botánico, Pictorial Meadows y la Universidad de Sheffield.
Siega al final de la temporada
Miguel García, ingeniero de Montes y Master en Arquitectura del Paisaje, que está asesorando al Jardín Botánico en la instalación de las praderas, apunta que «Su evolución reflejará el paso de las estaciones del año, al ir cambiando su aspecto, textura y color, así como la fauna asociada. Estas praderas se segarán al final de la temporada y su ciclo se reactivará en la primavera siguiente”.
Tal y como comenté al inicio, la primera fase de las praderas se puede disfrutar ya en el “jardín de invierno” del Real Jardín Botánico de Madrid.
Si vives o viajas a esa ciudad, es una visita más que interesante. Para los que no tengamos la oportunidad de desplazarnos hasta allí, siempre nos quedará la opción de disfrutar de las imágenes. Las que comparto hoy son cortesía de Marisa Esteban (Real Jardín Botánico-CSIC) y se han realizado hace unos días. Es la primera fase y esta «fiesta» no ha hecho más que comenzar.
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