Quinton Rectory Garden es un bellísimo jardín rural contemporáneo, creado en 2014 e inspirado en el contexto histórico de la antigua rectoría del siglo XVIII donde se ubica. Combinar armónicamente la perspectiva histórica de un jardín georgiano con una estética moderna suponía un reto. El resultado final fue un éxito.
Ubicado junto a la iglesia parroquial con su torre del siglo XIII del pequeño pueblo de Quinton, en Northamptonshire, Inglaterra, Quinton Rectory Garden está considerado como uno de los jardines más bellos de ese condado. Los propietarios actuales, Emma Wise y Alan Kennedy, adquirieron la finca en 2013. Sin duda, al conocer el lugar, la hermosa fachada georgiana color miel de la antigua rectoría del siglo XVIII les sedujo. Pero reconocen que, en realidad, fue el jardín de 1,2 hectáreas que rodeaba la casa hacia el norte y se extendía hacia el sur lo que les impulsó a adquirirla.
A ese amor a primera vista le siguió la serendipia, que puso en el camino de Emma Wise y Alan Kennedy a la diseñadora de jardines Anoushka Feiler, hermana de un amigo de la familia, a quien encomendaron la tarea de poner en marcha el nuevo jardín. Lo cierto es que la diseñadora se presentaba con las credenciales de un flamante galardón Best in Show conseguido en 2012 en el RHS Hampton Court Garden Festival, gracias a ‘Bridge Over Troubled Water’, un jardín de exhibición diseñado con plantación de estilo naturalista.
Quinton Rectory Garden y su contexto histórico: reinterpretando un jardín georgiano
Anoushka Feiler, fundadora de la empresa de diseño de jardines y paisajismo Bestique, se propuso diseñar en Quinton Rectory un jardín que tuviera en cuenta no sólo las instrucciones de los propietarios y el espacio físico del jardín, sino también su contexto histórico.
En su investigación, Feiler descubrió que el jardín georgiano ideal contenía seis elementos diferentes: un huerto, un invernadero y un jardín de flores, una colección de animales en el bosque, un jardín de recreo, un parque y un huerto de frutales. Impulsada por esa idea, se propuso reinterpretar cada uno de ellos para el siglo XXI.
La idea era crear una especie de «cielo» personal, comenta la paisajista. “Plantaciones celestiales, romanticismo francés, hermosas vistas, senderos bien pensados, un asiento justo cuando lo necesitas, con elementos de juego en todo momento”. Y todo ello, continúa, para garantizar que el jardín sea verdaderamente un «placer».
Deshacer para volver a hacer
El jardín que se encontró Feiler, en su día una parcela muy querida y mantenida, había estado abandonada en los años anteriores. Había zonas boscosas cubiertas de maleza, y arbustos y plantas herbáceas que luchaban con zarzas por sobrevivir.
No era un lienzo en blanco, desde luego, incluso escondía tesoros como un estanque bajo la gran espesura de la vegetación que había crecido libre en el lugar durante los años precedentes. Las obras comenzaron en junio de 2014 y un año después el jardín ya era reconocible como como tal.
Estructura dominante basada en una gran cruz
Inspirándose en su pasado eclesiástico, todo el jardín está salpicado de guiños ocultos al cristianismo. De hecho, el cuerpo principal del jardín está alineado a lo largo del eje de una cruz (ver el plano aquí), con una casa de jardín con estructura de roble ubicada en el centro de los senderos de grava que se cruzan. Hay, además, ángeles, arcos góticos y repetición de detalles escultóricos blancos.
Las áreas formales e informales se combinan a la perfección a través de una serie de salas de jardín, con zonas dedicadas a apoyar la vida silvestre, creando un centro para la vida familiar al aire libre, para la reflexión y la contemplación y el cultivo de productos orgánicos.
Más allá de los setos de carpe, el jardín se vuelve más informal y serpenteante, con un estanque natural para nadar en el llamado jardín de recreo; un jardín arbolado y un huerto de frutales. El riachuelo que divide el jardín de flores y un puente de roble inspirado en Monet sobre el estanque natural son solo algunas de las características introducidas en el jardín.
Elementos del diseño del siglo XVIII
El planteamiento para el diseño de Quinton Rectory Garden ponía énfasis en la importancia de que el jardín se sintiera conectado con la hermosa casa. Para lograrlo, se introdujeron elementos distintivos del diseño del siglo XVIII. Entre otros componentes, en el jardín se aprecian estructuras formales, parterres, topiarias, largos paseos y zonas para sentarse ocasionales, todo ello salpicado de obras artesanales tradicionales.
A pesar del gran peso que tiene su contexto histórico, el gran éxito de Quinton Rectory Garden radica en que desprende una estética contemporánea, que a menudo se consigue con el uso de materiales, esculturas, plantas y muebles modernos. El jardín de recreo, por ejemplo, que incorpora el estanque natural para nadar de gran tamaño, es a todas luces un jardín de recreo del siglo XXI.
Destacan como elementos de diseño de jardines las puertas de hierro adornadas con flores de dedaleras (Digitalis spp.) de metal. También, un bosquecillo de osmantos (Osmanthus fragrans), conocidos como olivos dulces o fragantes, que se presentan podados en paraguas, con los tallos pintados de blanco y subplantados con gramíneas de la especie Sesleria autumnalis; así como el camino alineado con carpes recortados (Carpinus betulus) que conducen al centro del jardín.
Gramíneas y topiaria
La plantación del jardín es suntuosa, y en ella abundan gramíneas ornamentales, como Miscanthus sinensis ‘Kleine Silberspinne’ y ‘Gracillimus’, que aportan fluidez y suavidad a la arquitectura del jardín. Alrededor de la casa, las rosas son las plantas dominantes. La combinación de gramíneas y rosas también se traslada al patio hundido, con Rosa ‘Twice in a Blue Moon’, junto a Melica ciliata y Pennisetum alopecuroides ‘Hameln’.
Se plantaron varios abedules, incluido un par de ejemplares de Betula nigra multitronco y abunda la topiaria, proporcionando estructura. Destacan las bolas de tejos (Taxus baccata), entre las que crecen grupos masivos de Libertia grandiflora, que no es gramínea, pero lo parece. En topiaria de nubes, un árbol de hierro (Parrotia persica) situada frente a la casa y carpes (Carpinus betulus), en este caso, en grandes macetas. También se pueden ver carpes recortados con forma geométrica y subplantados con Hakonechloa macra ‘Aureola’. Los diferentes setos del jardín se crearon con tejos, carpes y laurel (Laurus nobilis).
En el bosque, un área romántica del jardín, se plantaron especies boscosas como Melica uniflora f. albida, Tellima grandiflora, Lamprocapnos spectabilis ‘Alba’, Digitalis purpurea ‘Alba’, Astrantia major ‘Hadspen Blood’ y helechos como Polystichum munitum.
A principios del verano, cobra protagonismo la pradera de flores silvestres que crece debajo de los árboles frutales; y en otoño el jardín de flores es el protagonista.
Jardín de flores
Para el jardín de flores, con su invernadero central, se seleccionaron especies vegetales de altura similar (aproximadamente 1 metro), en una plantación en matriz con algunas combinaciones de plantas como Selenium wallichianum, Angelica gigas, Pennisetum x advena ‘Rubrum’, Allium nigrum y Allium atropurpureum, Eupatorium maculatum, Sanguisorba ‘Bordeaux’, Rudbeckia fulgida, Achillea, Echinacea y Thalictrum entre otras especies y variedades.
Quinton Rectory y su comunidad
A finales de agosto de 2015, Emma Wise y Alan Kennedy abrieron el jardín de Quinton Rectory al pueblo. Era una especie de gesto de cortesía para disculparse por las molestias causadas a sus vecinos durante más de un año de obras. En realidad, reconocen que siempre fue su intención compartir el jardín y los beneficios que puede brindar. De hecho, en la actualidad, además de celebrar jornadas de puertas abiertas y recibir visitas grupales, organizan eventos, talleres y actividades, en muchos casos destinados a recaudar fondos para organizaciones benéficas.
Para cerrar he seleccionado esta bellísima imagen que muestra una área de descanso, con sillas Adirondack bajo la sombra de Zelkova serrata, un árbol multitronco de copa suelta, ancha y semiabierta. Trepando por la pared de ladrillo, Schizophragma hydrangeoides var. concolor ‘Moonlight’, una trepadora vigorosa, leñosa y de hoja caduca, también conocida como enredadera de hortensia japonesa.
Fotos: Clive Nichols y Garden4Good
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