Recogiendo el verano-otoño, sus flores y sus frutos

PISTACIA LENTISCUS

El mes de noviembre viene loco, loco por el viento y por el calor. Pero ya avisan de que el verdadero otoño, finalmente, se instalará por esto lares en cualquier momento. Eso significa que hay que recoger bien los recuerdos de las flores y frutos de verano e inicios del otoño, para dar comienzo al nuevo y flamante otoño-invierno.

Hoy comparto las fotos de algunas de las plantas que me han acompañado durante el pasado verano, y por verano tenemos que entender una estación que este año se ha extendido hasta el mes de noviembre. Además, ha sido un verano caluroso, sí, terriblemente caluroso y eso ha motivado que las plantas se resientan, como nosotros lo hacemos. Pero, entre una cosa y otra y con ayuda del riego, he logrado disfrutar un año más de dalias, esas dalias de flores inmensas que esta temporada no me han regalado flores de delicado color blanco roto (Dahlia ‘Playa Blanca), pero que han florecido abundantemente en otros colores. También he disfrutado un año más de las zinnias, qué plantas tan agradecidas, alegres y generosas. No dejan de florear durante todo el verano y acompañan a las dalias hasta bien entrado el otoño también.

VERBASCUM CHIAXII ‘ALBUM’

FLORES DE VERBASCUM CHIAXII ‘ALBUM’, DALIAS Y ZINNIAS

Una de las grandes alegrías este año me la ha proporcionado un verbascum (Verbascum chiaxii ‘Album’) que he cultivado a partir de semillas. Me ha llevado casi un par de años lograr ver sus maravillosas inflorescencias en espigas, pero la espera mereció la pena. Claro que, eso no significa que desprecie nuestras especies autóctonas, también hay hueco para los gordolobos, como Verbascum sinuatum.

De los tres jazmines que tengo, el más florífero siempre es el jazmín español (Jasminum grandiflorum), pero los más perfumados (y qué maravilla de perfume) son Jasminum sambac ‘Duque de Toscana’, que este año ha florecido bien, aunque no ha estado demasiado vigoroso, y Jasminum sambac ‘Belle of India’, que ha crecido más sano y me ha regalado un millón de fragantes flores (aproximadamente…).

Hablando de fragancia, las gardenias (Gardenia jasminoides) no podían faltar, claro que no, a esta larga temporada estival. Han florecido con ganas desde finales de mayo hasta hace apenas unos días. Es la ventaja de hacerse mayor, dicen ellas, todas llenas de razón.

FLORES DE GARDENIA JASMINOIDES, JASMINUM GRANDIFLORUM Y J. SAMBAC (DUQUE DE TOSCANA Y BELLE OF INDIA)

Tampoco han faltado aromáticas. En el jardín cultivo, en macetas de barro de mediano y gran formato, albahaca (hemos hecho salsa de pesto durante todo el verano y aún tengo congelado varios botes), perejil, hierbabuena, menta, romero y salvia.

Las plantas suculentas merecen un capítulo aparte, porque nunca creí que iba a decir que eran mis plantas preferidas. Pero a la fuerza ahorcan, y si no hay agua, hay que pensar en alternativas sostenibles que, sin renunciar a la belleza, nos permitan manejan los jardines con criterios de sostenibilidad. En mi caso, salvo un par de agaves (Agave desmentiana) que tengo plantados en tierra, todas las suculentas las estoy cultivando en maceta y bien controladas. Algún día hablaré de mi pequeña colección.

Pero en este particular álbum de fotos vamos a encontrar más plantas, plantas autóctonas, como el lentisco y Globularia alypum; flores silvestres que ven pasar los días; plantas cultivadas como asters, solanum o buganvilla y hasta algún que otro pequeño bouquet de flores del palo borracho (Ceiba speciosa) de los vecinos he disfrutado este verano.

Faltan en las fotos, mis queridas alstroemerias (Alstroemeria x hybrida) que no dejan de regalar flores y semillas y apenas requieren cuidados. Una planta absolutamente recomendable. Las diferentes especies de Pelargonium que cultivo en maceta desde hace años (P. zonale, peltatum, grandiflorum, graveolens y odoratissimum) parecen no sufrir en absoluto el calor y la persistente sequía, por lo que sigo apostando por ellos, aunque a muchos les parezca una planta pasada de moda.

Un buen número de estas fotos las he compartido en Instagram, pero he pensado que entre vosotros tal vez puede haber quien no siga con asiduidad las redes sociales y no he querido dejar pasar la oportunidad de compartirlas también aquí. Son solo pequeños recuerdos de algunos instantes de los tres últimos meses, unos meses al más puro estilo “cambio climático” que nos hacen pensar en la urgente necesidad de cambiar nuestros hábitos en el jardín y en la vida cotidiana.