Movilidad, reducción de la contaminación acústica y naturaleza como ecosistema serán los ejes centrales. La alcaldesa de París ha anunciado que los Campos Elíseos se transformarán en un “jardín extraordinario” después de los Juegos Olímpicos de 2024.
Los Campos Elíseos son el tramo más prestigioso de la principal arteria histórica que se extiende a lo largo de 8 km desde el Louvre hasta el Arco del Triunfo. Es tal vez la avenida más famosa del mundo y por ella transitan cada día 100.000 personas.
Sin embargo, los Campos Elíseos no escaparon de la decadencia. A partir de los años setenta del siglo pasado, el automóvil ganó terreno, dejando a los peatones en segundo plano y trayendo consigo el ruido y la polución. A esto se sumó el crecimiento del turismo internacional en la década de 1980 y la multiplicación los edificios de oficinas y de comercios. Poco a poco, la avenida fue perdiendo el encanto para los parisinos.
Un “jardín extraordinario” en los Campos Elíseos El origen de este proyecto de transformación de la famosa avenida parisina se encuentra en el Comité de los Campos Elíseos, asociación que engloba a los comercios y negocios de la zona, que lleva desde 2018 reclamando un rediseño significativo de la avenida y sus alrededores, un área que había sido progresivamente abandonada por los parisinos y afectada por crisis sucesivas: los chalecos amarillos, las huelgas, problemas sanitarios y económicos”.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha anunciado un plan de 250 millones de euros para transformarlo en un espacio verde, ecológico, deseable e inclusivo. El responsable del proyecto es el arquitecto Philippe Chiambaretta junto a la agencia PCA – STREAM, que transformará esa emblemática avenida en un “jardín extraordinario” después de los Juegos Olimpicos de 2024.
Campos de extraordinarias posibilidades
Movilidad
Diariamente, 65.000 automóviles transitan por la avenida de ocho carriles. En el futuro, existirían solo cuatro carriles, dos vías, para hacer «una calzada más angosta, más fácil de atravesar y un espacio para los peatones y las bicicletas”, comentó en su día Chiambaretta.
Contaminación acústica
El segundo eje es reducir la contaminación acústica. La avenida está hecha de adoquines, lo que multiplica por dos el nivel de ruido. Por eso la idea es recubrirlos, dejándolos visibles, con un pavimento flexible. Esto se combinaría al aumento del parque automotor eléctrico.
Naturaleza como ecosistema
El tercer y último eje se centra en la naturaleza. Actualmente la avenida tiene un suelo impermeable, el agua de lluvia va directamente a las alcantarillas y se desperdicia. Para resolver este problema, se propuso aumentar la superficie de porosidad del suelo. Así, se absorbe el agua, creando lechos vegetales, jardines y fuentes a lo largo de la avenida. Esto dará paso a un paseo refrescante, teniendo en cuenta el aumento de la temperatura en la capital debido al calentamiento global.
La idea es crear una bóveda formada por los árboles que bordean la avenida desde la plaza de la Concordia,- que se volvería peatonal- hasta el Arco del triunfo. Históricamente, los árboles se han cortado al estilo de Versalles. Para 2030, se dejaría a los árboles crecer naturalmente. En total los parisinos podrían disfrutar de las 24 hectáreas de jardín existentes pero renovadas y más acogedoras.
El ambicioso proyecto está estimado en 150 millones de euros. Buena parte sería financiada por los poderes públicos. Pero también habría una contribución del sector privado. Si nada se tuerce, el proyecto se pondrá en marcha a partir de 2024.
Fotos © PCA-STREAM
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