Bajo mantenimiento, alta rusticidad y tolerantes a la sequía. Su nombre científico y vernáculo ya nos da una pista sobre su capacidad de “vivir a pesar de todo”. Pero, además de su robustez y su justa reputación de planta fácil de cultivar, incluso para los “mataplantas”, las siemprevivas (Serpervivum) tiene un gran número de variedades para cultivo ornamental en jardines que hacen de este género de plantas suculentas uno de los más buscados para jardines de roca, muros de piedra y techos vivos.
El género Serpevivum
El género Sempervivum es nativo de Europa, Himalaya occidental, Marruecos y Asia templada. En la Península Ibérica se han descrito 5 especies y 4 híbridos naturales.
El género pertenece a la familia Crassulaceae y los integran 51 especie aceptadas. Prácticamente todas las especies del género, así como numerosos híbridos experimentales, son utilizadas con frecuencia en jardinería, especialmente en jardines alpinos y como cubresuelos.
Las siemprevivas son plantas perennes con tallos cortos y hojas crasas dispuestas en rosetas monocárpicas. Aunque son valoradas por el color y la forma de sus distintivos rosetones de follaje suculento en espiral, también tienen atractivas inflorescencias cimosas (abiertas) que surgen entre la primavera y el verano.
Las flores son en forma de estrella de color amarillo pálido, blanco o rosa, y se elevan unos 10 cm por encima de la roseta en los tallos en forma de palma. Cada roseta es una planta separada y, al ser monocárpica, florece una vez y luego muere, pero pronto será reemplazada por otras rosetas nuevas, llamadas compensaciones, por lo que no debemos preocuparnos. Estas compensaciones se pueden dejar para que formen racimos ordenados, o separar y plantar (o regalar), y posteriormente crecerán en nuevos grupos.
Desde la antigüedad, diversas especies de siemprevivas, especialmente Sempervivum tectorum, se han cultivado en los tejados y muros próximos a las viviendas, en la creencia de que las protegían del fuego y de los rayos.
Más útiles parecen sus usos medicinales, ya que las siemprevivas son ricas en ácidos orgánicos (málico, fórmico) y taninos, y se han utilizado como emolientes en afecciones leves del sistema respiratorio.
Usos ornamentales de Sempervivum
Pero si nos ceñimos a los diferentes usos ornamentales de Sempervivum, podemos hablar de un buen número de variedades disponibles que nos ofrecen una atractiva gama de colores, haciéndolas perfectas candidatas no solo para plantar en suelo, sino también en macetas, en la terraza o balcón, y para diferentes arreglos.
Las siemprevivas se adaptan perfectamente a las condiciones secas, prosperando positivamente durante los períodos cálidos y de extrema sequía. Además, su rusticidad es tal que pueden soportar también temperaturas extremas durante el invierno, no en vano, son plantas alpinas y subalpinas. Lo que puede sí puede acabar matándolas es un riego excesivo y continuado que produzca encharcamiento y posterior pudrición.
Necesitan mucha luz solar para mostrar sus mejores colores y mantener una forma de roseta apretada. Prosperan en suelos arenosos y con buen drenaje. Además, si se cultiva en macetas o contenedores, hay que asegurarse de que tengan agujeros de drenaje.
Las especies de este género presentan notables dificultades de determinación, especialmente cuando comparten más de una en un mismo territorio. En ese caso, la hibridación recurrente produce “enjambres de hibridos” que se multiplican en esa área con facilidad, debido a la reproducción vegetativa mediante brotes axilares.
Esa variabilidad, unida a las selecciones y cultivares obtenidos por los fitomejoradores, hacen que sea imposible determinar cuántas variedades hay disponibles, quizás son miles de cultivares, pero lo cierto es que muchos de ellos no son muy diferentes entre sí.
Sempervivum ‘Gold Nugget’
El interés principal de estos cultivares no son sus flores, sino la forma y el color de las hojas de roseta. De entre todo ese universo de siemprevivas, hoy he querido destacar Sempervivum ‘Gold Nugget’, seleccionada por el criador Chris Hansen por su vigor, longevidad y singularidad de color, así como por la resistencia a la pudrición de la raíz en el verano.
Lo cierto es que me ha llamado la atención por el vivo colorido cambiante que presenta su follaje amarillo dorado con borde rojo en primavera; verde lima en verano, volviendo a dorado y rojo en otoño; y en invierno se vuelve rojo vibrante.
Cuando se adquiere esta planta, el follaje suele ser de color verde porque se cultiva y mantiene bajo el plástico del invernadero, pero, una vez que la situamos a pleno sol, podremos apreciar las diferentes etapas de color que atraviesa con cada temporada.
Alcanza unos 5 cm de alto y entre 10-15 cm de ancho. Es una excelente opción para arreglos florales o para cultivar en una maceta situada en un patio, terraza o balcón. Por supuesto funciona muy bien en jardines alpinos o de rocas, siempre que se cultiven a pleno sol en un lugar seco. Resiste hasta -25ºC.
En las imágenes, este cultivar brilla en compañía de otros cultivares de la misma serie (Chick Charms®), como Sempervivum ‘Chocolate Kiss’, con rosetas sueltas de hojas de color marrón oscuro a rojo burdeos; ‘Appletini’, con roseta bicolor que presenta hojas verdes con una punta de color burdeos profundo; ‘Cranberry Cocktail’, con follaje de color burdeos intenso y la punta de un color verde brillante; ‘Cotton Candy’ con pequeños rosetones verdes cubiertos de una tenue telaraña; y ‘Cinnamon Starburst’, con rosetones verdes con rojo canela.
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