
Silene pseudoatocion es una de esas plantas que dan color al invierno (y a veces parece que hasta calor). Una planta anual mediterránea, rústica y alegre, que produce abundantes y vistosas flores pequeñas de color magenta desde principios de febrero y a lo largo de la primavera.
Silene pseudoatocion en su hábitat
Silene pseudoatocion es una planta herbácea anual que, estado silvestre, crece en suelos calcáreos de praderas, bordes de caminos, matorrales y zonas rocosas, entre 0 y 600 metros de altitud. Su distribución natural se encuentra en Argelia y Marruecos, e introducida en la Península Ibérica y Baleares, donde ha sido encontrada en las montañas de Artà de la isla de Mallorca; en Levante y en Andalucía Occidental. En mi jardín campa a sus anchas desde que traje una maceta que compré hace uno ocho años, así que, no es de extrañar que vaya ganando terreno por el Mediterráneo occidental.

El género Silene pertenece a la familia de los claveles (Caryophyllaceae) y cuenta con alrededor de 700 especies (casi 300 son europeas), si se incluyen los que para otros autores son géneros por sí mismos, como Lychnis, Melandrium y Viscaria.
Todas las especies de Silene se caracterizan por ser plantas de reducido tamaño y flores con el cáliz tubular hinchado. En nuestro país son conocidas, entre otros nombres vernáculos, como collejas. La especie más común y especialmente apreciada por sus cualidades culinarias y medicinales es Silene vulgaris, cuyas hojas son un auténtico manjar en tortilla o revuelto.
Pero existen otras muchas especies del género Silene que se distribuyen por el Mediterráneo occidental, con flores a cada cual más bonita, incluidos endemismos como Silene diclinis, una especie en estado de conservación vulnerable.
También en el jardín
Aunque no es una especie muy común en los jardines, Silene pseudoatocion también se cultiva como planta ornamental, especialmente en el litoral mediterráneo, y es posible encontrarla en algunos centros de jardinería.
Esta encantadora planta anual mediterránea forma pequeñas matas de 20 a 40 centímetros de altura. Lo cierto es que se autosiembra con tanta facilidad, que regresa todos los años, llegando a comportarse como si de una planta vivaz se tratara.



Los tallos son finos, erectos y ligeramente ramificados, a menudo con una leve pubescencia (cubiertos de pequeños pelos). Desde el inicio de febrero y durante toda la primavera, produce pequeñas flores de cinco pétalos de color magenta, que se agrupan en inflorescencias sueltas en la parte superior de los tallos.
Resistente y adaptable
Es una planta resistente y adaptable, que puede tolerar tanto climas templados como algo más secos, y no requiere muchos cuidados, salvo pinzar las flores marchitas para prolongar la floración.

Aunque prefiere estar situada a pleno sol, Silene pseudoatocion puede tolerar la media sombra, y prospera en suelos calcáreos o arenosos con buen drenaje y una riqueza media. El riego debe ser moderado, pero evitando los encharcamientos, porque no le gusta el exceso de humedad. Por eso, es mejor regar cuando el sustrato o terreno esté seco. En cuanto a su rusticidad, se puede decir que es resistente al frío, pero en zonas con inviernos extremos puede ser necesaria algo de protección.


Se puede propagar por esquejes de unos 5-10 cm de largo en verano o principios de otoño, o por semillas en primavera. Ambos métodos son efectivos, pero no hay que olvidar la extraordinaria capacidad para autosembrarse que tiene esta planta, lo que hace lógico pensar que la reproducción por semillas es más fácil de lograr con éxito.
Usos en el jardín
Silene pseudoatocion puede desempeñarse bien en jardines de rocalla, praderas de flores y bordes de caminos. Teniendo en cuenta su aspecto silvestre y que sus flores atraen polinizadores como abejas y mariposas, es también una opción ideal para jardines de estilo silvestre diseñados para favorecer la biodiversidad.
También se puede cultivar en macetas y contenedores. En este caso, conviene elegir aquellas que tengan al menos 20-30 cm de profundidad y ancho, y orificios en la base para un buen drenaje. El sustrato tiene que ser ligero y bien drenado, y el riego moderado, pero dejando que se seque la base del sustrato entre riegos. Aunque no requiere mucho abono para florecer profusamente, se puede aplicar un fertilizante líquido diluido una vez al mes en primavera y verano para prolongar su floración.

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