El pasado mes de junio terminó el taller y ahora acaba de finalizar su exposición ‘Simon Vélez: una arquitectura vegetariana’ en el Damianie de Boisbuchet, en la región de Poitou-Charentes, al sudoeste de Francia. Se trata de un antiguo castillo que desde hace 14 años y en colaboración con el Vitra Design Museum y el Centre George Pompidou, ofrece a estudiantes y profesionales un amplio programa de workshops y cursos bajo la dirección de personalidades del panorama actual del diseño, la arquitectura y el arte.
Simón Vélez, arquitecto colombiano que hizo resurgir un material utilizado por los aborígenes de la zona: la guadua o bambú, perfeccionó las técnicas constructivas para aprovechar al máximo sus propiedades.
Dejando de lado el uso excesivo del acero y hormigón, lo combinó con otros más flexibles, como el bambú, al que ha llegado a llamar el acero vegetal, por su gran resistencia, durabilidad y fácil manejo. Si a esas propiedades físicas, le añadimos su valor como material sostenible, que absorbe monóxido de carbono y genera oxígeno, tenemos un evidente logro que a Simón Vélez le ha valido su reconocimiento internacional. Ha construido puentes, edificios públicos y residencias privadas de gran prestigio, que dieron al bambú el reconocimiento que se merece y hoy en día existen cada vez más proyectos que miran en este sentido.
Sus construcciones en bambú han conquistado Alemania, Francia, Estados Unidos, Brasil, México, China, Jamaica, Colombia, Panamá, Ecuador e India. En el año 2006, recibió un Premio Honorario de Análisis y Planeación de la Sociedad Americana de Arquitectos del Paisaje. La mayor obra de Vélez es el pabellón colombiano para la Expo Hanover 2000, un pabellón de bambú de 2000 metros cuadrados para la organizción ZERI
Esto es sólo el comienzo de una gran amistad. En este blog, el bambú no ha hecho más que empezar. Habrá más, seguro.