Terra Nostra Garden: un jardín botánico en las Azores

Terra Nostra Garden •• Flickr

Hay jardines que destacan por la riqueza y abundancia de las especies botánicas que conservan en ellos. Pero en ocasiones a esas cualidades hay que añadir alguna que otra característica, como su peculiar ubicación. Terra Nostra Garden es un jardín botánico con 200 años de antigüedad situado en el valle de Furnas. Visto desde la cima del mirador Pico do Ferro se puede comprobar que el “valle” en realidad lo forman un cráter de siete kilómetros de diámetro y los últimos restos de un volcán aparentemente extinto. Estamos en la Isla de San Miguel, la más grande de las nueve islas volcánicas del archipiélago de las Azores, donde se dice que el clima cambia en horas y que los árboles y las flores miden tres veces más que en el continente.

El valle de Furnas podría describirse como un lugar balneario con extraordinario jardín romántico iniciado por un potentado americano en el siglo XVIII. La historia de este jardín botánico de gusto romántico recorre 200 años y está vinculada a la evolución de Furnas como centro termal y lugar de veraneo.

Valle de Furnas •• Terra Nostra Garden

Este valle se hizo popular hacia finales del siglo XVIII, debido al creciente interés en el uso de agua mineral para tratar problemas de salud, como el reumatismo y la obesidad. Furnas tiene cientos de pequeños manantiales y arroyos, todos con diferentes propiedades. El jardín Terra Nostra nace en medio de este magnífico sistema de agua.

Terra Nostra Garden

La historia del jardín

Alrededor de 1775, Thomas Hickling, un rico comerciante de Boston que se convirtió en cónsul estadounidense honorario en San Miguel (São Miguel), construyó una sencilla casa de verano de madera, que se conoció como Yankee Hall. Frente a la casa, había una piscina con una isla en el centro rodeada por árboles que fueron traídos de diferentes lugares del mundo, principalmente desde América del Norte. Un roble inglés plantado por Hickling todavía se puede ver allí hoy.

En 1848, la propiedad fue comprada por el Vizconde da Praia, quien construyó una nueva casa donde se encontraba el Yankee Hall. La vizcondesa era una gran jardinera, por lo que agrandaron las dos hectáreas originales, plantando un hermoso jardín con agua, arboledas sombreadas y parterres de flores.

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La segunda mitad del siglo XIX marcó el pico de la jardinería en las Azores. En esa época, los jardineros más destacados competían entre sí para lograr los jardines más bellos y las mejores colecciones de especies raras. Durante el último cuarto de siglo, el Marqués da Praia realizó mejoras adicionales, entre ellas, la construcción de jardines acuáticos, que incluyen un canal serpenteante, grutas y la avenida bordeada por las populares palmeras australianas Palma Bangalow (Arcontophoenix cunninganmiana), que conducen al Memorial de los Vizcondes, que a su vez está rodeado por ocho palmeras de canarias (Phoenix canarienis).

En esa época se importaron nuevas especies de América del Norte, Australia, Nueva Zelanda, China y Sudáfrica. Algunos de esos ejemplares todavía existen y dominan ciertas áreas del jardín.

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En 1935, el Hotel Terra Nostra, que estaba ubicado en un terreno adyacente al jardín, abrió sus puertas al público. Unos años más tarde, toda la propiedad fue adquirida por la Compañía Terra Nostra, administrada por Vasco Bensaude, gran jardinero. Contrató a John McInroy, formado en Kew Gardens, para supervisar la restauración de Terra Nostra Garden.

En 1989, se agregó una nueva ala al hotel y Filipe Bensaude, hijo de Vasco Bensaude, decidió renovar el jardín. De la renovación se encargaron el horticultor David Sayers junto con el arboricultor Richard Green. Su trabajo se completó en el invierno de 1992-93.

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Las colecciones botánicas

En la actualidad, el jardín tiene una superficie de 12,5 hectáreas y una colección de especies botánicas de gran valor histórico y cultural que incluyen, no solo especies nativas de las Azores, sino también numerosas plantas originarias de países con climas completamente diferentes al de Furnas, pero perfectamente adaptadas.

Es imprescindible subrayar la extensa colección de camelias, una de las mayores del mundo, con más de 600 especies diferentes, que incluyen cultivares antiguos y más recientes. Cultivares de Camellia japonica, Camelliareticulata y sus híbridos, Camellia sasanqua y sus híbridos; híbridos y diferentes especies botánicas de Camellia se distribuyen en cinco áreas distintas, que se han establecido de acuerdo con el paisaje circundante y diseñado de tal manera que facilitan la exhibición de toda la colección. Lo árboles más antiguos de Camellia japonica también se pueden ver a lo largo de las orillas del lago, así como en los senderos del jardín.

Camellia •• Terra Nostra Garden

También destacan las colecciones de helechos (con cerca de 300 especies, variedades y cultivares diferentes), cícadas (con 85 especies y subespecies diferentes), azaleas y la colección de flora nativa y endémica de las Azores (incluidas las principales plantas endémicas de la isla de São Miguel). Además, el arboreto cuenta con impresionantes árboles centenarios, algunos de los cuales fueron enviados desde América del Norte, Australia, Nueva Zelanda, China y Sudáfrica.

Junto al jardín de plantas endémicas y nativas de las Azores, en 2010 se construyó una nueva área para albergar la colección de bromelias, todavía en fase de experimentación.

También se ha creado un jardín de bambú y un lago artificial para albergar la Victoria cruziana, una planta acuática endémica de las cuencas de los ríos Paraná y Paraguay, la ninfeácea más grande del mundo, muy similar en apariencia a la Victoria amazónica, pero más resistente a las bajas temperaturas.

El jardín está abierto todos los días de la semana entre las 10:00 y las 19:00. Podría ser un privilegio conocerlo y, de paso, descubrir si es verdad que los árboles y las flores en las Azores miden tres veces más que en el Continente.