En numerosas ciudades, entre ellas París, Londres, Nueva York y San Francisco, aumentan cada año el número de apicultores urbanos. Las azoteas ya no solo se llenan de jardines y huertos, sino también de colonias de abejas. El apicultor en la azotea ha descubierto que la miel urbana es rica e intensa, debido principalmente a que las abejas se benefician de la mayor variedad de especies de plantas con flores, al haber una mayor concentración de jardines, públicos y privados.
La proliferación de apicultores urbanos trae consigo también la aparición de cursos donde se puede aprender la jerarquía y el mantenimiento de las colonias; a manejar las colmenas y mantener su salud. También enseñan a recolectar la materia prima que les proporcionan las abejas: propóleos, polen y miel. Y por último, a procesar esa materia prima para obtener productos rentables. Incluso en los cursos enseñan todo lo que se refiere al empaquetado, conservación y distribución, en caso de que se quiera comercializar.
© ÉRIC TOURNERET |
Dentro de esa corriente a favor de la apicultura urbana, se acaba de publicar un libro (inglés) The Rooftop Beekeeper que estará disponible a partir de febrero de 2014.
La autora, Megan Paska, se trasladó a Brooklyn, Nueva York, en 2006. Venía de Baltimore, Meriland, su ciudad natal y allí aprendió de su madre y abuela todo lo referente a la jardinería, el huerto y la producción de alimentos. Una “catedrática” de agricultura que se traslada a una gran ciudad y consigue que los propietarios de la casa donde se instala le permitan convertir la destartalada piscina, instalada en el patio de atrás, en una hermosa cama de cultivo. Después vendrían las abejas y la miel, luego las gallinas y, cómo no, los huevos frescos.
En el verano de 2012 Meg y su compañero Neil, se trasladaron a Nueva Jersey donde montaron su propia granja urbana. El libro que acaba de publicar, por los comentarios que he podido recoger, parece que cubre todos los aspectos de la apicultura urbana y tiene la clara intención de enseñar a explorar el encanto de mantener a las abejas en un entorno urbano.
El tema es, lógicamente controvertido. Dejo al final de la entrada enlaces sobre esta práctica, que pueden ser de ayuda para aquellas personas que sientan curiosidad en descubrir más detalles acerca del fascinante mundo de las abejas y de los apicultores urbanos.
Que la pérdida de población de las abejas es alarmante los sabemos todos. Las causas, parece ser que también. La forma de frenar ese preocupante descenso tiene muchas alternativas y todas las que puedan estar en nuestras manos, por pequeñas que parezcan, tenemos que exprimirlas.
Brooklyn Grange Bees
Made by Hand / No 3 The Beekeeper
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