Ubicado en una zona remota de Cornualles y con un clima bastante diferente al resto de Gran Bretaña, lo que fue originalmente una ladera salvaje se ha convertido en Tremenheere Sculpture Gardens, un jardín de esculturas que aprovecha al máximo su entorno, con un esquema de plantación fuertemente estructural que incluye plantas exóticas subtropicales a gran escala y ofrece interés en todas las estaciones del año. Un espacio idílico que sirve de telón de fondo para inspiradoras obras de arte moderno.
Parece ser que parte de la magia de Tremenheere Sculpture Gardens se debe a su magnífica ubicación en un valle con bosques maduros, arroyos y espectaculares vistas a St Michael’s Mount, isla mareal en la costa de Cornualles, anteriormente habitada por monjes y coronada por un castillo medieval.
Un escenario perfecto para la plantación exótica y subtropical a gran escala, que ha sido posible gracias al clima marítimo suave que mantiene a raya las heladas y lo convierte en una de las partes más soleadas del Reino Unido.
Hace unos años leí un artículo en el diario británico The Guardian firmado por Lia Leendertz en el que hablaba de Tremenheere, el extraordinario jardín de esculturas ubicado cerca de Penzance, la ciudad más occidental de Cornualles, Inglaterra, que se inauguró en 2012. Un jardín que originalmente era una ladera salvaje en un valle protegido orientado al sur y rodeado de bosques maduros.
Tremenheere Sculpture Gardens
Todo comienza en 1997, cuando Neil Armstrong y su esposa Jane Martin –ambos médicos y vecinos de la zona– compraron una parcela de 4 hectáreas en el valle central, al que se fueron agregando otros campos hasta obtener las 8 hectáreas que ocupa el jardín en la actualidad.
Pero, siendo más precisos, habría que puntualizar que la tierra donde se ubica Tremenheere Sculpture Gardens fue propiedad de los monjes de St Michael’s Mount hasta 1295, cuando fue comprada por Michael De Tremenheere, un granjero arrendatario establecido. A partir de entonces, se desarrolló un linaje de 600 años donde la tierra llevaba el nombre de Tremenheere. Aproximadamente en 1830, Seymour Tremenheere, el último Tremenheere, plantó en los bosques el haya, el roble, el castaño dulce y el acebo; y creó un camino de carruajes que subía en zigzag por la colina hasta su retiro de verano. Después de que el linaje Tremenheere desapareciera, la familia Pearce cultivó la tierra durante 4 generaciones. Aunar la plantación, el paisaje y el arte.
Esculpiendo un jardín
Cuando Neil Armstrong adquirió las tierra en 1997, el bosque había sufrido un siglo de abandono y Armstrong, un apasionado jardinero, pasó siete años limpiando árboles y arbustos caídos, y lo hizo durante los fines de semana y las tardes después del trabajo, casi en su totalidad solo. Pero, a diferencia de los paisajistas del siglo XVIII, no buscaba dominar la naturaleza, sino aunar la plantación, el paisaje y el arte.
Se esculpieron caminos y laderas con una excavadora y se creó un cinturón de protección de árboles para proteger el jardín de los vientos costeros cargados de sal, con especies como Pinus radiata, Quercus ilex y varios árboles nativos. Una vez terminado ese trabajo, comenzó la plantación.
Hábitats que variaban desde estanques hasta laderas secas y áridas
La tierra tenía un enorme potencial, con hábitats que variaban desde estanques hasta laderas secas y áridas, unas características naturales que orientaron en gran medida el esquema de plantación y el diseño del paisaje.
Aunque es cierto que los esquemas de plantación varían en jardín para adaptarse a los distintos hábitats individuales, es evidente que llevan un tema unificador de formas escultóricas, texturas y colores, que complementan lo que la naturaleza ya ha proporcionado, creando impacto gracias a la plantación masiva y la repetición.
En las áreas boscosas, plantó diferentes especies de helechos arborescentes (Dicksonia antárctica, D. fibrosa, D. squarrosa, D. sellowiana y D. youngiae) que proporcionaron una estructura de piso medio sobre una gran cantidad de helechos terrestres y musgos autóctonos que confieren un aspecto casi primigenio a esta sección de los jardines.
La gran colección de rododendros de hojas gigantes del Himalaya y los magnolios plantados, ahora crean un espectacular dosel de árboles.
Una zona con esquema de plantación tolerante a la sequía
Pero había que tener en cuenta que la erosión del terreno dio como resultado un suelo que tiene 7,5 centímetros de espesor en las laderas orientadas al sur, pero un metro de espesor en la parte inferior del jardín. Esa fue la razón por la que Amstrong optó por un esquema tolerante a la sequía en esa zona y fue perfectamente consciente de que mejorar el drenaje del suelo era clave para el éxito en el cultivo de las plantas subtropicales.
Las laderas están dominadas por plantas de México, Sudáfrica y Nueva Zelanda, además de una importante colección de Xanthorrhoea glauca, endémica de Australia y con un porte altamente estructural. Junto a ellas, se plantaron otras especies con siluetas fuertes como Cycas revoluta, palmeras del género Butia y Chamareops, entre otras; y diferentes especies y variedades de Yucca (en el jardín crecen Y. aloifolia, Y. linearifolia, Y. rostrata, Y. recurvifolia, Y. gloriosa ‘Variegata’, Y. treculeana y Y. queretaroensis).
Plantas para crear estructura
Para crear estructura, Armstrong también utilizó, entre otras plantas suculentas, diferentes especies y variedades de Agave (Agave americana, A. montana, A. nigra, A, ovatifolia, A. parryi var. chihuahua, A. ferox, A. atrovirens var. mirabilis, A. americana var. medio-picta, A. stricta, A. celsii var. albicans y A. salmiana). También subarbustos de porte arquitectónico, como diferentes especies de Dasylirion (D. longissimum, D. glaucophyllum, D. quadrangulatum, D. miquihuanensis, D. berlanderii, D. serratifolium y D. wheeleri) .
Plantas vivaces con silueta arquitectónica como Kniphofia (en el jardín crecen K. caulescens, K. thomsonii, K. northiae y K. triangularis) y Agapanthus (diferentes especies y variedades que incluyen A. inapertus var. inapertus y A. inapertus var. intermedius) se entremezclan en la plantación, como lo hacen también las flores de Crocosmia sp. y Watsonia sp., entre otras especies y variedades de plantas herbáceas perennes.
Las gramíneas ornamentales sirven de nexo y aportan movimiento, con especies como Stipa tenuissima, Pennisetum alopecuroides, Cortaderia richardii, Molinia sp. y Chionochloa sp. Especialmente llamativa la alineación creada con plantas de Restio, que no son gramíneas propiamente dichas, pero lo parecen.
Obras de arte contemporáneas de artistas internacionales
Pero no olvidemos que se trata de un jardín de esculturas y, entretejido con la plantación del jardín, hay un programa en evolución de obras de arte contemporáneas de artistas internacionales como James Turrell, Richard Long, Kishio Suga y David Nash, junto con obras de artistas locales como Penny Saunders, Ken Gill y Billy Wynter. Alejada del jardín, se encuentra Tremenheere Gallery, una de las galerías de arte más grandes de Cornualles, un edificio con estructura de roble que alberga dos espacios de exhibición, uno en cada piso.
Tremenheere Sculpture Gardens está en constante evolución, ya que la plantación y las obras de arte cambian con las estaciones. Eso sí, Armstrong ahora tiene algo de ayuda: un jardinero que acude dos días a la semana y tres voluntarios que trabajan en ese idílico espacio, un jardín que se ha convertido en una especie de arcadia que combina elementos del paisaje, la plantación y el arte, y que puede visitarse todos los días desde mediados de febrero hasta finales de octubre. Los horarios se pueden consultar en su sitio web.
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