Característica de matorrales mediterráneos soleados en su hábitat natural, Ulex parviflorus (Aligaga morisca) es una especie interesante si buscamos un arbusto rústico que, además, produzca flores en pleno invierno.
Eso sí, este arbusto mediterráneo es densamente espinoso, no lo olvidemos, aunque esa «contrariedad» se ve compensada por las flores de color amarillo que aparecen de noviembre a febrero. Esas flores, además, producen abundante polen, por lo que no solo son interesantes desde el punto de vista ornamental, cuando iluminan el jardín en los días más fríos del año, sino que también favorecen la presencia de las abejas en una época en la que las flores escasean, convirtiéndose en una especie que favorece la biodiversidad en el jardín.
El género Ulex lo integran 13 especies y 6 subespecies aceptadas de la familia de las leguminosas (Fabaceae). Su área de distribución nativa se encuentra desde el oeste de Europa hasta el oeste y el centro de la cuenca del Mediterráneo, donde crecen en matorrales mediterráneos (maquis), bosques, lugares expuestos, brezales y dunas.
La evolución del género ha tenido numerosos fenómenos de hibridación, lo que ha ido dificultado la identificación de especies. Entre todas ellas, la más abundante es Ulex europaeus, ampliamente introducida y naturalizada en muchas partes montañosas (incluidas las tropicales) del mundo. En España, Ulex europaeus se ha naturalizado en Tenerife y está incluida en el catálogo de Especies Exóticas Invasoras.
Ulex parviflorus
Pero también hay especies autóctonas. Con nombres comunes como aliaga, aliaga morisca, gatosa o tojo, Ulex parviflorus es una de ellas, un arbusto muy espinoso, perenne, de porte erguido, que alcanza 1,5 metros de altura, aunque puede llegar a medir más de 2,5 metros.
Su hábitat natural se encuentra en España peninsular (sur y este) e insular (Ibiza); en el sur de Francia y el norte de África, donde forma parte de romerales y tomillares que se sitúan en lugares rocosos abiertos y soleados.
Cómo muchas cistáceas y fabáceas, Ulex parviflorus es una especie de planta con germinación estimulada por el fuego, pudiendo llegar a ser dominante, en especial si la recurrencia del fuego o la intensidad del pastoreo han sido elevadas.
Sus hojas, simples y muy pequeñas, son apenas inexistentes, de manera que la planta realiza la fotosíntesis a través de los tallos y las espinas, que son, por cierto, realmente punzantes y de unos 2 centímetros de longitud.
La floración de Ulex parviflorus se inicia al segundo año de la planta. A partir de entonces, y desde noviembre hasta febrero, produce abundantes flores de color a amarillo limón, que permanecen en la planta durante un largo período de tiempo, yo diría que casi todo el invierno.
El cáliz de la flor es amarillento y está profundamente bilabiado. La corola es de color amarillo intenso con 5 pétalos. Las flores se disponen en solitario o en grupos de 2 o más sobre las espinas primarias y secundarias de las ramas producidas el año anterior, cubriendo casi toda la planta y salpicando de color los días más fríos del año.
Los frutos son secos, en legumbre, y suelen contener 1 o dos semillas. La dehiscencia es explosiva, como consecuencia de la hinchazón del fruto, dispersando las semillas algunos centímetros más allá de la planta madre. Esa dispersión se da desde finales de la primavera hasta bien entrado el verano. Después, la planta entra en un periodo de reposo hasta mediados de otoño, cuando empieza a florecer.
• Especie silvestre de interés apícola
Las flores de la aliga morisca son hermafroditas (flores de ambos sexos en la misma planta) y no producen néctar, pero a cambio ofrecen abundante polen. De hecho, en los estudios realizados por el Departamento de Botánica de la Universidad de Valencia, apuntan que el alto interés polinífero de esta especie; el amarillo intenso de las flores; así como la profusa presencia en el campo convierten a este arbusto en una especie silvestre de interés apícola, con cuyo polen las abejas elaboran una miel finísima.
• Diferencias entre Ulex parviflorus y Genista scorpius
Ulex parviflorus o aliaga morisca es similar a Genista scorpius (también conocida como aulaga o aliaga), con la que se suele confundir, pero es más punzante aún que ésta. Además, la distribución natural de Ulex parviflorus en la península es más restringida (como comenté antes, solo se encuentra en el este y sur peninsular). También se diferencian porque las flores de Genista scorpius son de color amarillo más anaranjado y aparecen desde febrero hasta mayo, mientras que las flores de Ulex parviflorus son de color amarillo limón y aparecen durante el invierno.
• Interés ecológico de Ulex parviflorus
Hay que destacar el interés ecológico de Ulex parviflorus ya que, como sucede con otras muchas leguminosas, enriquecen la tierra que ocupa, gracias a la relación simbiótica que mantienen con un grupo de bacterias fijadoras de nitrógeno atmosférico del género Rhizobium, que colonizan sus raíces.
Usos de Ulex parviflorus en jardinería
La aliga morisca se suele utilizar en restauraciones ambientales, pero su tolerancia a periodos prolongados de sequía y calor la hacen también muy adecuada en jardinería de bajo mantenimiento, con el valor añadido de su floración, que permite tener flores en una época donde éstas escasean. Es, además, una planta rústica que puede tolerar temperaturas de hasta -12,2 a 6,7ºC.
Se trata de una especie con pocos requerimientos de cultivo, que prefiere situaciones soleadas. Es indiferente al tipo de suelo (calizo o silícieo), prospera en suelos pobres y no tienen tendencia limitante en cuanto al pH. Hay que tener en cuenta que a menudo se comporta como una planta de vida relativamente corta.
En su hábitat natural, los matorrales de Ulex parviflorus, denominados aulagares, son matorrales altos que ocupan territorios más o menos perturbados, en los que la aliaga morisca es dominante frente a otras especies. Junto a ella, en el matorral abundan también romeros (Salvia rosmarinus) y jaras (Cistus albidus), una comunidad vegetal que nos da la pista sobre las especies que pueden acompañar a la aliaga morisca en el esquema de plantación de jardines de grava y jardines sin riego (jardín seco).
Es muy pinchuda, la verdad, su coraza de espinas punzantes la hacen inexpugnable, pero hasta a esa característica de la aliaga morisca se le puede buscar alguna que otra ventaja.
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