¿Existen las flores de hielo?. Si os parece vamos a echar una ojeada a las imágenes y al final decidiremos qué es lo que opinamos de este fabuloso fenómeno de la naturaleza.
Las imágenes de abajo, que parecen flores flotando a la deriva en el mar, se han formado en las capas nuevas del hielo. El vapor, al contacto con el aire frío, se congela y la sal se cristaliza. Aunque el fenómeno se puede producir también en el agua dulce de los ríos.
En el Círculo Polar Ártico, se realiza un proyecto de investigación que combina la oceanografía y la micro-biología para el estudio de este fenómeno curioso, en el que el hielo crece a partir de las imperfecciones de las capas de hielo que se forman en medio de temperaturas extremas bajo cero. Con forma puntiaguda, rápidamente suman centímetros de altura, a medida que absorben la humedad de la superficie.
Parece ser que cada ‘flor’ constituye un ecosistema temporal, que las convierte en una valiosa fuente para el estudio de aquellos microorganismos que resisten en condiciones extremas. Incluso, pueden dar pistas acerca de la vida en la Tierra primitiva, a través de unas sustancias químicas que produce.
Queda claro que, aunque no aparezcan en ningún herbolario, las flores de hielo, de alguna manera, existen y no solo en el mar, sino también en ríos y de manera aislada en cualquier rincón del jardín, donde sutiles cintas de hielo envuelven algunos vástagos, simulando la forma de una flor. Aunque no es un fenómeno común a todas las especies ya que, parece ser, algunas familias (como la Jara, Aster o Menta) son más propicias a experimentar este fenómeno.
Pero lo mejor de todo es que, independientemente de su belleza, estas flores de hielo se han constituido en modelo de estudio para biólogos, físicos y geólogos de todo el mundo. Flores bellas y productivas ¿qué más se puede pedir?.