Una palma chiquita, una de las dos únicas palmas nativas de Europa continental, es la que os muestro hoy. En esta zona del mediterráneo las hay por todas partes. Chamaerops humilis, arbusto perenne de crecimiento achaparrado.
En ocasiones, su tronco crece presentando aspecto de una pequeña palmera. También conocida como: Palmito, Margallón, Margalló, Palma enana, Palmito europeo, Dátiles de perro, Palma de escoba, Palmitera (Wikipedia) Por si esto no fuera suficiente, a todos esos nombres hay que añadirle el que utitlizan en Baleares: Garballó.
Infinidad de nombres para tan poco tamaño, pero muchos más se merece esta palma que, debido a su rusticidad y capacidad de rebrote después del fuego, tiene un alto valor ecológico para la prevención de la erosión y la desertización. De manera que, algo hay de cierto en eso de que «los buenos perfumes se venden en frascos pequeños».
Me llama la atención la belleza que concentra dentro de su humilde porte. Hay que fijarse bien. Yo suelo hacerlo cuando estoy cerca de ella y siempre encuentro algún detalle que me fascina.