Ya estamos cerrando junio, y el verano, que este año vino a visitarnos demasiado pronto, se acomoda en los jardines. La lucha por la supervivencia de algunas plantas es ya un hecho, al menos en zonas donde las altas temperaturas y la falta de precipitaciones no hacen nada fácil la buena vida a las plantas del jardín.
Si somos capaces de lidiar con esos hándicaps, tendremos la posibilidad de disfrutar de los intensos colores de algunas flores estivales, como las de la Dahlia, Zinnia o Rudbeckia, del mismo modo que se puede seguir contemplando las de Coreopsis, meciéndose con la brisa.
Una de las medidas que pueden ayudar, es realizar el riego a primera hora de la mañana (y me refiero entre las 6:30 y 8 de la mañana…) durante estos días de intenso calor. El agua de riego siempre en la tierra o el sustrato. Procurar retirar todas las hojas secas y flores ya marchitas, despuntando si es preciso, para mantener las plantas a raya de cualquier enfermedad fúngica o por bacteriosis, al tiempo que la fortalecemos y, con ello, pueden combatir mejor el estrés.
Con un poco de ayuda, las plantas saben defenderse, pelean y, al mal tiempo nos ponen su mejor cara.
Tras un mes de junio floreciendo sin parar y perfumando el calor como si no hubiera un mañana, aún se puede apreciar alguna que otra flor de Gardenia jasminoides. Y, como no, los jazmines, las estrellas del verano, están en su momento y ayudarán a crear mágicas y muy fragantes noches estivales. Con aroma especialmente delicado, el Jasminum sambac ‘Gran Duque de la Toscana’ o el Jasminum sambac ‘Belle of India» florecen estos días sin que parezca afectarles demasiado la ola de calor que ahora se va apaciguando.
Hay flores frescas, pero también flores que van decayendo, y que en ocasiones lo hacen con elegancia, tanto como para merecerse un final con todos los honores, como ese ramillete con cabezas de flores de cebollino (Allium schoenoprhasum), Armeria marítima y Ageratum que improvisé hace unos días cuando pinzaba y limpiaba algunas plantas. Todo vale, especialmente si sus colores armonizan. La Zinnia es otra de las plantas cuyas flores saben envejecer con estilo. Además, en algunas especies, como Rudbeckia o Zinnia, cuyas flores, no solo evejecen bien, sino que es aconsejable mantenerlas envejecidas el mayor tiempo posible, porque su néctar sigue atrayendo polinizadores.
En fin, que tenemos todo un verano por delante para jardinear y, al tiempo, disfrutar de jardines, terrazas o balcones muy estivales; de plantas muy veraneras y de muchas noches a la luz de la luna. Os deseo a todos un feliz, florido y perfumado verano.
