Vistiendo un jardín aborda el modo en que han ido evolucionando los motivos florales que surgieron en el campo textil entre el Barroco y la Ilustración, y lo hace a través de las colecciones del Museo del Traje en Madrid, donde se expone esta muestra.
Museo del Traje
El Museo del Traje, un museo nacional dependiente del Ministerio de Cultura definido como Centro de Investigación del Patrimonio Etnológico, acoge desde el pasado 23 de mayo Vistiendo un jardín, una exposición temporal comisariada por Gema Batanero.
Creado en el año 2004, la misión del Museo del Traje es conservar, proteger y promover las colecciones de indumentaria y moda que custodia, proporcionando a visitantes y estudiantes de moda un lugar de intercambio de conocimientos, y a los profesionales del sector un punto de encuentro y desarrollo.
Vistiendo un jardín
En la presentación de Vistiendo un jardín nos recuerdan que la representación de la naturaleza en general, y más concretamente, la representación de los motivos florales, probablemente sea uno de los primeros temas trazados por la mano humana. De eso no cabe duda. La estrecha relación de las flores y arte lo largo de la historia es un hecho. Esa conexión que se remonta a las civilizaciones antiguas se extiende también al mundo del diseño en todas sus vertientes y, por supuesto, a la moda y los textiles. Las flores han sido y son fuente de inspiración en todas las disciplinas del arte y la artesanía. Están en todas partes y no dejan de inspirarnos.
Es, por lo tanto, un rasgo distintivo muy coherente que el eje conductor de esta exposición sea la evolución de los motivos florales en la moda a través de sucesivos estilos e influencias que se produjeron durante el siglo XVIII y principios del XIX.
Evolución de los motivos florales en la indumentaria y textiles históricos entre el Barroco y la Ilustración
De este modo, a través del leitmotiv de las flores, Vistiendo un jardín reúne unas ciento veinte piezas, principalmente colecciones de indumentaria y textiles históricos que surgieron entre el Barroco y la Ilustración que se custodian en el Museo del Traje.
La muestra se completa con fondos documentales y bibliográficos, pintura, cerámica y artes decorativas aportadas por instituciones como el Museo Nacional del Prado, El Museo Arqueológico Nacional, el Museo Nacional de Artes Decorativas o el Real Jardín Botánico.
El recorrido de la exposición se divide en distintas áreas
El bosque de las furias
La primera área sitúa al visitante en el siglo XVIII, el cual se inicia con una explosión de creatividad textil: los tejidos bizarros, también llamados furias por el apasionado y vibrante carácter de sus motivos decorativos basados en un escenario fantástico donde se mezclan flores naturalistas con otras casi irreconocibles por su distorsión, así como algunos elementos arquitectónicos.
Un bodegón naturalista
En esta área se muestra cómo durante los años treinta del siglo XVIII las fantasiosas vegetaciones bizarras darán paso a representaciones mucho más naturalistas.
La Grande Fabrique de Lyon será pionera en el desarrollo de tejidos con flores y frutas de gran tamaño sostenidas por exuberantes ramas y raíces, que en conjunción con elementos de soporte o arquitecturas representan verdaderos bodegones. Estos motivos muestran un afán de creación de volúmenes que se consolidará mediante el point-rentré, innovación introducida a partir de las técnicas de los tapices por el diseñador francés Jean Revel.
La línea de la belleza
A partir de los años cuarenta el naturalismo de los diseños evoluciona hacia el nuevo estilo rococó, caracterizado por su ligereza y refinamiento. Los motivos florales se reducen y se vuelven más estilizados, agrupándose en ramilletes, guirnaldas u ondulantes cintas curvilíneas. Estas composiciones adoptan una sinuosa de la adquieren suaves colores pastel, que refuerzan la sensación de sensualidad y son descritos con nombres evocadores de su origen: el rosa pompadour, el azul cielo, el verde celadón, etc.
Las flores de la ilustración
El desarrollo de las ideas ilustradas y la vuelta a los ideales del mundo clásico marcaron un profundo cambio estético respecto al gusto rococó. La indumentaria y los textiles simplifican su apariencia, ordenando racionalmente sus decoraciones vegetales, ya sean esquemáticas o detalladas como una descripción botánica. Los motivos florales de los tejidos se reducen, cediendo el paso a elementos geométricos y ramilletes bordados.
Jardines de oriente
En esta área se trata cómo desde el siglo XVII las indianas, un fenómeno textil procedente de India y Oriente Medio, se abrían paso en Europa a través del Mediterráneo. Al orientarse para el comercio exterior estos motivos pronto se fusionaron con el gusto occidental y finalmente las indianas se imitarían en Europa y se puede apreciar cómo las primeras estampaciones europeas dan como resultado diseños vegetales muy sencillos, propios de los inicios en el control de la técnica.
Una fiesta campestre
A continuación, se trata cómo en el rococó se desarrolla el género de la fiesta galante (o fête galante) que alude al disfrute social del campo. En ella se reproduce el mito clásico de la Arcadia: un paisaje bucólico de convivencia entre lo cortesano y lo pastoril. En el último tercio de siglo, la vinculación poética entre el ser humano y la naturaleza se mantiene gracias a nuevas ideas filosóficas ilustradas. Jean-Jacques Rousseau defiende la bondad intrínseca del hombre a través del mito del buen salvaje y convierte el campo en un lugar de plenitud y felicidad primigenia.
El retorno de la primavera
La última área de la exposición trata cómo la relación con la naturaleza es una constante en la vida de los seres humanos. Los motivos florales, si bien experimentan un auge sin precedentes en los siglos XVIII y XIX no se circunscriben únicamente a este periodo. El recurso de las flores y plantas se repetirá cíclicamente a lo largo de la historia de la moda y de los tejidos, constituyendo así una referencia continua que a través de sus variaciones de técnica y estilo permite expresar el espíritu de cada época.
Dónde y hasta cuándo puede verse Vistiendo un jardín
Una exposición que bien vale una escapada. Yo no me la pierdo, desde luego. A continuación dejo los datos para quienes vivan en Madrid o tengan previsto viajar a esa ciudad en los próximos meses, y se animen a visitar esta muestra donde abundan la moda, la historia, la artesanía y, por supuesto, las flores.
Lugar: Sala de exposiciones temporales, planta baja, del Museo del Traje. CIPE. | Av. Juan de Herrera, 2 (28040) Madrid. Teléfono: 91 550 47 00 | Metro: Ciudad Universitaria (línea 6) | Moncloa (líneas 3 y 6).
Fechas: 23 mayo 2024 – 29 septiembre 2024. Entrada libre hasta completar aforo.
Fotos e información facilitadas por el Museo del Traje
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