Maravilloso e imprescindible libro, con una completa descripción de 41 jardines, públicos y privados, creados por destacados diseñadores y horticultores en diferentes lugares del mundo, que tienen un denominador común: el uso de una plantación basada en la naturaleza con un enfoque ecológico. Son jardines cuya estética los engloba en el concepto de jardín naturalista y que evidencian la revolución que está experimentando en las últimas décadas el diseño de jardines.
El título del libro, Wild. The Naturalistic Garden, lo dice todo. Los encargados de conducirnos por esos jardines “salvajes” o “silvestres”, que en realidad han sido modelados por la mano del hombre y requieren sus cuidados, son Noel Kingsbury, cuyos textos convierten a este libro en una especie de biblia para los amantes de los jardines naturalistas; y la fotógrafa de jardines australiana Claire Tacaks, cuyas impresionantes fotografías ponen la guinda este libro, que se convierte en una obra maestra.
Noel Kingsbury es consultor de diseño de plantas y un escritor prolífico sobre jardines y plantas naturalistas, con más de 20 libros a su nombre. Desde hace unos años tiene su sede en Portugal, donde está desarrollando un jardín experimental. Claire Takacs es una galardonada fotógrafa de jardines, que ha visitado y fotografiado algunos de los mejores y más innovadores jardines del mundo. Ambos comenzaron a documentar jardines juntos hace más de 13 años, y este libro es, de algún modo, el fruto de ese trabajo en común.
41 jardines naturalistas en diferentes zonas climáticas
Cada vez resulta más evidente que el gusto por el diseño de plantación de jardines con criterios de sostenibilidad y ecología no es una tendencia que tenga visos de decaer. Todo lo contrario, parece que no tiene obsolescencia programada. No hay más que observar los ejemplos que aparecen en este libro, para darnos cuenta de que ese estilo no es solo una cuestión de estética, como tampoco se trata de una moda. Es una forma de entender la jardinería en consonancia con los ritmos de la naturaleza, porque la naturaleza lleva tiempo avisándonos de que hay algo que no estamos haciendo bien.
El libro hace un recorrido por 41 jardines diseñados por destacados diseñadores y horticultores que nos llevan a diferentes lugares de Europa, Estados Unidos, Asia, Australia y Nueva Zelanda. Abarca, por lo tanto, una gran variedad de condiciones de suelo y zonas climáticas, lo que ayuda a comprender que no hay una regla de oro para el diseño de plantación de estilo naturalista, sino que es la propia ecología del lugar la que dicta esas reglas. Por cierto, hay un buen apartado que aborda la eterna controversia sobre el uso de plantas autóctonas y exóticas, con un planteamiento que lleva a suavizar ambos extremos para encontrar el punto de equilibrio.
Aunque algunos de los jardines que se muestran en el libro tienen una apariencia más silvestre que otros, suele ser común a todos la repetición de color y forma. Claro que, el hecho de que estén orquestados por un denominador común, no impide que se muestren diferentes estilos de jardines, desde jardines privados de estilo mediterráneo, hasta parques y jardines públicos construidos en el centro de grandes ciudades; jardines en zonas industriales o áreas urbanas degradadas; jardines botánicos e, incluso, jardines históricos.
Intercalados entre las descripciones de los diferentes jardines, encontramos interesantes ensayos que abordan cuestiones como las preferencias por la plantación mixta, en bloques u otros sistemas aleatorios; el uso de especies nativas y exóticas; la autosiembra; el jardín seco o jardín sin riego y, finalmente, el enfoque estacional , es decir, la capacidad de ofrecer interés a través de la estaciones, uno de los grandes valores de los jardines de estilo naturalista.
Para quienes sientan cierta curiosidad por saber si algún jardín español ha tenido hueco en este libro, tengo el placer de anunciar que en esa selección de jardines se encuentra Water Mill, el jardín que Miguel Urquijo y Renate Kastner construyeron en la Sierra de Guadarrama.
Es bueno saber, también, que al final del libro aparece un interesante directorio de plantas clave, así como un directorio de jardines y una valiosa lista de libros relacionados con el diseño de jardines naturalistas que nos recomiendan.
Creo que el gran valor del libro es la exhaustiva descripción del diseño y funcionamiento de cada jardín, que incluye la identificación de especies vegetales; y las fotografías que lo ilustran, que son de una extraordinaria belleza, hipnóticas, diría yo. Una joya, realmente, el libro es una verdadera joya, y puede convertirse en la biblia para quienes estén interesados en conocer mejor o descubrir las diferentes formas de desarrollar un estilo de plantación naturalista, en función de las características de cada situación.
WILD The Naturalistic Garden ya está disponible en librerías especializadas y en plataformas digitales, como Amazon. El libro es inglés, pero la profusión de imágenes y la identificación de especies solucionan buena parte del trabajo a quienes no se defienda bien con ese idioma.
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