La zinnia es una de las plantas anuales de las que hay poco que decir en cuanto a su cultivo y cuidados. Excepto regarlas, prácticamente lo hacen todo ellas, incluso resembrarse y brotar al año siguiente. A cambio, ofrecen una explosión de color en el jardín, gracias a las flores de un gran número de variedades hortícolas disponibles para el jardín.
El género Zinnia tiene 23 especies aceptadas de la gran familia de las asteráceas y están estrechamente relacionadas con las margaritas. Su rango nativo se extiende desde el sur y centro de los Estados Unidos hasta Venezuela y el norte de Argentina.
Historia hortícola de las zinnias
De todas las especies, solo tres están disponibles comercialmente: Zinnia elegans, Z. angustifolia, una pequeña zinnia parecida a una margarita, y Z. haageana, zinnia enana.
No obstante, la mayoría de las zinnias de jardín que cultivamos hoy en día provienen de cruces con Zinnia elegans, especie anual cuyo rango nativo se extiende de México a Nicaragua, donde crece principalmente en los biomas tropicales estacionalmente secos.
Al parecer, las primeras zinnias que llegaron a Europa, fueron descubiertas en México y traídas por los españoles en el siglo XVI. Se trataba de Z. peruviana, una planta de porte larguirucho que producía pequeñas flores, a menudo en varios tonos de amarillo y naranja, que llegó ser conocida en Europa a mediados del siglo XVII, aunque no se cultivaba mucho.
La Z. elegans fue traída a Europa en 1796 y a partir de ella se han desarrollado las zinnias modernas. Esta especie produjo flores más grandes y exuberantes, en colores que iban desde el carmesí hasta el lavanda pálido.
Los hibridadores franceses desarrollaron las primeras formas verdaderamente dobles de la flor en 1856. A partir de ese momento, las zinnias de jardín comenzaron su escalada.
Las primeras variedades enanas, Zinnia haageana, llegaron desde México a los Estados Unidos a principios de de la década de 1860.
Cultivo de zinnias: más fácil, imposible
Las zinnias se pueden cultivar casi en cualquier lugar porque no son exigentes en absoluto con el suelo o el agua. Solo requieren que las situemos a pleno sol. A cambio, regalan una explosión de color gracias a sus flores, que además de atraer miradas, son visitadas por polinizadores, especialmente mariposas.
Si hay alguna pega que ponerles, es que son muy propensas a desarrollar oídio en sus hojas, especialmente si no se cultivan suficientemente espaciadas. Esto suele suceder a mediados o finales del verano, aunque, afortunadamente, solo afecta a sus hojas y no a sus flores.
A pesar de ser una planta anual, en fácil imaginarla como perenne, porque se puede disfrutar de ellas en el jardín por muchos años . A veces, porque se recogen y guardan las semillas para volver a sembrarlas. Pero en otras ocasiones la razón es que se resiembran fácilmente sin que nadie se lo pida y, mucho menos, le reproche tal acto.
Tengo la costumbre de recoger algunas flores secas todos los años para obtener semillas que siembro en la siguiente primavera. Algunas de ellas las esparzo sobre el sustrato cuando limpio la planta, y un buen número de ellas suelo dejarlas en la planta para que sea ella misma o, mejor dicho, la propia naturaleza quien se encargue de ese trabajo. En fin, que hay múltiples posibilidades de que nuestras zinnias vuelvan año tras año, y no hay disculpa para no disfrutar de sus flores.
Hay muchas variedades de Zinnia que son perfectas para el cultivo de flor de corte. En este caso, es bueno saber que, cuanto más se cortan para hacer arreglos, más flores produce la planta.
Todas las zinnias se pueden cultivar en macetas o contenedores, siempre teniendo en cuenta que hay que hay que situarlas a pleno sol para que reciban mucha luz solar (al menos 6 horas al día), abonarlas semanalmente con abono equilibrado (NPK 5-10-5) y mantenerlas siempre bien regadas, procurando no mojar las hojas.
Llevo años cultivándolas en macetas pequeñas, medianas y grandes. Solo he comprado semillas en un par de ocasiones, pero eso no me ha impedido disfrutar de sus flores cada verano y hasta mediados de otoño.
Algunas variedades de Zinnia
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